Multijugos

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Cuando doy la vuelta en el pasillo, me sorprendo de encontrarlo a unos cuantos metros de mí. 

Sonrío por inercia antes de fruncir el ceño, ¿no debería estar en clase de Herbología con el profesor Longbottom? Lo sé porque ambos compartimos nuestros respectivos horarios para planificar nuestras citas y salidas a Hogsmeade

Me parece extraño, pero decido acercarme a él mientras parece concentrado en su propio reflejo a través del espejo. Jamás le había visto arreglar su cabello con tanto esmero. Luka no es el tipo de chico que se preocupe mucho por su apariencia. 

—¿Está todo bien? —Inquiero y él da un saltito por el susto. Se vuelve a verme, sorprendido, antes de suspirar con alivio y asentir con una sonrisa. 

Vuelve su atención al reflejo y se lanza una mirada coqueta que me desconcierta. Definitivamente, actúa raro. 

—Oh, lo siento —dice al verme de nuevo con una expresión de coquetería que no va en lo absoluto con él—. A veces olvido lo apuesto que soy, por eso tengo que mirarme al espejo para recordármelo. 

Ahora estoy seguro de que algo anda mal ¿o acaso está bromeando? No parece que lo haga. ¿Alguien le hizo un cruciatus? Porque no entiendo cómo diría eso en circunstancias normales. 

—Claro, ¿qué sucede? —Le miro con sospecha al tiempo que me cruzo de brazos. 

Él ríe para pasar un brazo sobre mis hombros y acercarme más a él. Su extraña actitud me hace desconfiar e intento mantener una distancia entre nosotros. Hasta no saber lo que pasa, no pienso dejar que se acerque más de lo necesario. 

—¿Qué pasa contigo, cariño? ¿No te gustaría que nos besemos en alguna esquina sin que nos vean? —Le veo con desagrado, su falsa galantería me produce arcadas. Él frunce el ceño con disgusto por mi reacción y me mira con desaprobación—. ¿Sabes qué? No te necesito. Soy demasiado apuesto ahora como para desperdiciar mi tiempo contigo. Con esta cara podría tener a media escuela a mis pies. 

Esa respuesta es todo lo que necesito para tomar mi varita y levantarla en su contra. No hay forma de que este idiota sea mi Luka. No sé quién es ni cómo logró eso, quizá con poción multijugos, pero no pienso permitir que se pasee por el castillo con la apariencia de Luka. 

Él me mira con burla, se acerca a mí de nuevo y toma mi mano para dirigir la varita a su pecho, justo en su corazón. 

—¿Qué esperas? Atácame. Lanza cualquier hechizo que mejor te parezca. Después de todo, no estás seguro si realmente no soy Luka Couffaine. Este podría ser su cuerpo y yo me metí en su cabeza de algún modo —sonríe—. ¿Estás dispuesto a averiguarlo? ¿Podrás lastimar al chico que tanto amas? 

Sus palabras me hacen dudar. No estoy completamente seguro de que no sea Luka. Incluso si quién me habla no es él, este podría ser su cuerpo y yo podría lastimarlo si lo ataco. 

Al final, bajo la varita, no deseando descubrir lo que realmente sucede. No quiero herirlo, jamás me perdonaría hacerlo. 

—Eso pensé —me dice con superioridad antes de arreglarse el uniforme y guiñarme un ojo—. Si me disculpas, tengo otras cosas más importantes que hacer. Hay una larga lista que me gustaría intentar. Revelarme contra los profesores, humillar a Marinette y ¡oh!, me gustaría saber si es verdad ese rumor de que Zoé Lee está enamorada de Luka. Sería divertido ver su cara cuando la rechace. 

Al oír aquello me posiciono frente a él, evitando que pueda ir a otra parte. No pienso dejar que arruine la reputación de Luka de ese modo. Es su último año y lo que menos deseo es que un mago sin nada más que hacer, logre meterlo en problemas. 

Amortentia (Lukadrien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora