Amortentia (Lukadrien)

Boggart

Nos besamos de forma lenta, justo de ese modo que tanto me gustaba. Siento su mano sobre mi mejilla y no puedo evitar sonreír en medio del beso por ese gesto que se me hace muy dulce. 

Quiero continuar besándole, pero un carraspeo cercano nos hace separarnos y volvernos a mi mejor amiga, quien nos ve con ambas cejas arqueadas. No dice nada en un principio, pero su expresión habla por si misma con un: "¿en serio?". Me sonrojo por ello y oigo la risa de Luka a mi lado. 

Kagami se sienta a nuestro lado y comienza a tomar comida para llevarla a su plato. Por un momento, creo que nos ignorará, mas me sorprendo al oírle dirigirnos la palabra. 

—¿Saben? Generalmente, no me gusta interrumpir sus momentos de romance y cursilería, pero comienzan a volverse muy frecuentes y no tengo el estomago para ello. ¿Creen que al menos podrían no hacerlo aquí, en la mesa de Gryffindor?

Me avergüenzo al instante y Luka sólo vuelve a reír antes de prometerle que lo intentaremos. Yo decido no prometer nada, pues no me es fácil controlar mis impulsos cuando estoy con él, pero opto por no hacérselo saber a ninguno de los dos.

Luka y yo nos unimos a Kagami, acompañándola a comer mientras los tres charlamos cómodamente. 

Desde que comenzamos a salir, ambos se han llevado mejor que antaño. No es que antes se odiaran, pero no me parecía que se hubiesen tratado directamente sin mi presencia de por medio. Así que siempre me es muy satisfactorio ver a mis dos personas favoritas llevarse tan bien. 

Kagami le pregunta sobre sus clases y sus planes a futuro. El tema me hace fruncir el ceño, pues la sola idea de pensar en que no veré a Luka por un año entero me disgusta bastante. Aún no hemos hablado de ello y no estoy seguro de como abordar el tema, pero algo me dice que no tardaremos en mencionarlo. Sinceramente, quisiera evitarlo cuanto sea posible. 

Me deslindo de esa conversación, no deseando oír lo que ellos hablan. Sin embargo, la llegada de Nino, uno de mis compañeros y amigos de Hufflepuff, nos sorprende cuando lo vemos acercarse con premura y la respiración agitada. 

Él se encuentra con su novia Alya, quien, hasta ahora, no me había percatado que estaba sentada a unos cuantos metros de nosotros. No planeamos escuchar su charla, pero la voz de Nino resuena tan alto que es imposible no oírlo. 

—¡Hay un boggart en el bosque prohibido! —dice sonriente y los tres volvemos el rostro hacia ellos al escucharle—. Escuché al guardabosques decírselo al profesor de Herbología. Ya mandaron a alguien a deshacerse de él. Oí a los dos reírse sobre un incidente de cuando el profesor era estudiante, dijo que su boggart se transformó en su profesor de pociones —Nino vuelve a reír y su novia rueda los ojos en comparación. 

—Cariño, cuando estábamos en tercero, tu boggart era mi hermana —luego de que Alya dice eso, no puedo evitar recordar aquello y suelto una estrepitosa risa al rememorarlo. 

Ambos morenos se vuelven a nosotros al escucharme y, al fin, reparan en nuestra presencia. Nos saludan sonrientes y Nino me sonríe con travesura antes de ver a Luka alternadamente que me ve a mí. 

—Oh, vamos, amigo. ¿Quieres que te recuerde en que cambió tu boggart ese año? No quisiera avergonzarte frente a Luka. 

Mis mejillas se tiñen de rojo al instante de sólo acordarme de ese suceso. Kagami ríe a mi lado y yo sólo le envío una mirada de reproche que ella ignora colosalmente. 

Luka parece ser el único que no comprende esa broma privada de mis amigos, por lo que se gira a verme y me sonríe de esa forma brillante que sólo utiliza cuando desea obtener algo a cambio.