Dance with the devil

V.

Chapter V

"No soy un hombre"

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Cerró sus ojos cuando esa juguetona lengua recorrió el costado de su mandíbula hasta llegar hasta su oreja acariciándola. Tony apretó los labios evitando que un suave quejido se escapara de ellos. James sonrió al notar el nerviosismo, sus manos apretaban esas apetecibles nalgas, causándole una corriente eléctrica al dueño de estas soltó un gemido tras aquella acción.

James separo su rostro del contrario. — Eres hermoso, ¿lo sabías? — Pregunto mirándolo directamente a los ojos, esos bonitos ojos detonaban un brillo singular.

Anthony estaba hipnotizado por aquellos hermosos ojos, noto un brillo oculto tras las tinieblas, era un brillo inimaginable, muy única, mágicas. Esos ojos viajaron analizando su rostro hasta llegar a sus esponjosos labios.

No sabes las ganas que tengo de besarte justo ahora. — Murmuro sobre los labios del menor, causándole un cosquilleo. — Pero... Desafortunadamente no puedo.

— ¿Ah?

James mordió su labio inferior mientras que con dolor quitaba sus manos de esas esponjosas nalgas. —Mierda Antoshka, no digas eso... Sabes cómo me pones cada vez que sueltas esa exclamación. — Gruño.

El menor parpadeo extrañado se separó del mayor. — Espera, ¿me estás diciendo que nunca has besado a ningún mortal? — La impresión en su voz se hizo relucir al igual que la incredulidad. — No me jodas.

— Oh créeme te quiero joder de maneras que ni te imaginarias. — Respondió mirándolo de arriba abajo.

El sonrojo ilumino el rostro de Anthony. — H-hablo en serio. — Tartamudeo nervioso.

— Yo también Antoshka. — Sonrió de medio lado viéndose mes atractivo de lo que era. — Pero, respondiendo a tu pregunta... Llevo una eternidad viviendo, nunca tuve una relación con alguien y no eh besado a nadie. — hinco los hombros restándole importancia a sus palabras.

La boca abierta por parte del menor fue lo que pudo apreciar. James trago duro queriendo mandar todo a la mierda y estamparlo en la pared y devorar esos provocativos labios.

— Tiempo fuera — Dijo colocando ambas manos en el pecho del más alto. — Eres el diablo, ¿no se supone que puedes hacer lo que quieras? — Se aparto de él y girar sobre sus talones para mirarse en el espejo, un espejo se formó en sus labios a no encontrar ningún indicio de barba. — Que extraño. — Murmuro.

James alzo una ceja al escuchar aquel murmullo. — No todo es como piensas que es Antoshka. — se mordió el labio al apreciar la cobertura de aquella cintura. — Además te ves muy lindo sin barba, como un hermoso doncel.

Tony rodo las pupilas ante aquellas palabras. — Soy un hombre es extraño que no tenga ningún indicio de barba. — Dijo ignorando las palabras del autonombrado "diablo" — Mañana iré al médico.

Se acerco a la mesa de noche donde tenía una jarra de agua y sus pastillas. Con un suspiro fastidiado destapo el pote y saco dos pastillas donde se lo metió en la boca y la trago con la ayuda del agua, su rostro se arrugo. Tras un cansado suspiro se lanzó en el colchón metiéndose en las suaves cobijas realizando un ronroneo lleno de satisfacción. Al reparar la presencia ajena abrió los ojos para observarlo.

— Si quieres dormir puedes hacerlo en el sofá, si quieres comer algo está la cocina, si quieres mirar la TV ahí tienes el control, así que por favor déjame solo que quiero dormir. — Agarro las cobijas para arroparse hasta cubrir su cabeza sus brazos rodearon la almohada abrazándolo buscando una posición más cómoda para caer en los brazos de Morfeo.