Reflexiones

"Porque me ama"

»Luego extendió la mano y me rescató; me sacó de las aguas turbulentas.

Él me salvó de mis poderosos enemigos y de los que me odiaban, pues eran más fuertes que yo.

Cuando yo estaba en dificultades y mis enemigos me atacaban, el SEÑOR me dio su apoyo y protección.

El SEÑOR me rescató porque me ama; él me llevó a un lugar seguro.

Salmos 18:16‭-‬19 PDT

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¿Quiénes son nuestros enemigos? Por supuesto, en aquel tiempo David (a quien se le atribuye este salmo de victoria y agradecimiento) tenía enemigos de carne y hueso, personas que lo perseguían con el fin de matarlo y desaparecerlo del mapa. Y si bien nosotros no somos perseguidos activamente por otras personas que quieran matarnos, aún así nos enfrentamos con una serie de enemigos todos los días, y, en muchas ocasiones, estos enemigos son más fuertes que nosotros.

Llámese amargura, ansiedad, depresión, pobreza, inseguridades, temor, enfermedad; hay una lista interminable de enemigos con los que puede que estemos lidiando día con día, y cada uno de ellos se siente como un gigante que nos aplasta y nos hunde más y más y más y más...

Hasta que llega el Señor a nuestro rescate y nos lleva a un lugar seguro, que es Su presencia.

El versículo 16 me recuerda a cuando Jesús se les apareció a sus discípulos en el mar y Pedro quiso ir hacia Él, así que caminó sobre el agua hasta que tuvo miedo y comenzó a hundirse (Mateo 14:22-33). Cuando esto sucedió, lo que hizo Jesús fue, justamente, extender su mano y agarrarlo para evitar que se hundiera en las aguas tempestuosas.

Dios quiere que nunca olvidemos que, aunque sintamos que estamos a punto de ahogarnos, Él siempre va a venir a nuestro rescate en el momento justo. Porque puede que nuestros enemigos sean más fuertes que nosotros, pero ciertamente nada ni nadie es más fuerte que Jehová.

Él no va a dejar que tus enemigos te destruyan, sino que te va a brindar apoyo y protección, y te llevará a un lugar seguro, porque te ama.