Desterrada.

Cap 40: el incendio.

(Soria- España).

-Manada Luna Negra-

Pov. Briana.

Diablos, no paraba de maldecir:

Yo: Monserrat- grite-

Monserrat: que pasa, señorita?

Yo: donde están mis hijos?- pregunté.

Monserrat: con el señor Turmen- dijo.

Yo: muy bien, donde se encuentran?

Monserrat: en la sala de juegos.

Yo: donde queda eso?

Monserrat: venga la llego- dijo y empezó a caminar por las escaleras, yo la seguí. Llego a una de las puertas que se encontraba en el fondo del pasillo- aquí es- dijo.

Yo: ahora retírate, no te quedes a escuchar detrás de la puerta- le advertí. Abrí la puerta y entre, la sala estaba bien iluminada.

Brad: oh, Briana, querida, que necesitas?- me sobresalto la voz de Brad Turmen.

Yo: nada solo quería ver a mis hijos.

Brad: bueno, aquí están- dijo empezando a caminar hacia donde estaban cuatro cunas.

Yo: gracias- dije cunado me pasó a Brandon.

Brad: que paso?- me preguntó, me asuste por su pregunta.

Yo: que?

Brad: que paso, en la fiesta de Tiffany?

Yo: nada- dije como pude eso  de mentir no era mi facilidad.

Brad: jajaja, Briana, a mí no me puedes mentir, puedes mentir a cualquiera pero a mí no- negó con la cabeza- dime, que paso?

Yo: es difícil.

Brad: solo tienes que dejar que las palabras fluyan por tus labios, no pienses, solo dime- me convenció.

Yo: es que en la fiesta, me encontré con Leonardo Anderson- dije y el sonrió.

Brad: tu mate?- dijo y yo asentí, pero como él sabe todo esto, no será que Bruno le está diciendo sobre cosas de que hablamos en privado. Acosté de nuevo a Brandon, y mire seriamente  a mi suegro.

Yo: como sabe usted, eso?- pregunté con cautela.

Brad: jajaja, Briana yo sé todo, sé que ahora piensas que mi hijo, me dijo lo de tu mate, pero no, el no dijo nada, solo que yo se todo.

Yo: entonces, usted, lee memorias o la mente?

Brad: correcto Briana, eres la primera quien lo sabe, Bruno siempre me pregunta, pero invado sus preguntas.

Yo: oh, eso no puede ser, es imposible.

Brad: no me crees?

Yo: es algo ilógico.

Brad: mira, mejor siéntate, porque esto será tarde- tome su palabra y me senté.

Pov. Bruno.

Al fin pude llegar a casa, lo extraño era que el ambiente olía algo raro, abrí la puerta principal de la casa y entre, todo estaba silencioso, ningún ruido de nada y de nadie:

Yo: Monserrat- grite, donde estaba cuando la necesitaba?

Monserrat: dígame, Sr. Turmen?- dijo apareciendo de la nada.

Yo: donde esta Briana?

Monserrat: en la sala de juegos con su padre y los niños- dijo con aburrimiento.