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"Me duele amarte, pero te sigo amando,
es solo la forma en que me siento.
Y estaría mintiendo si siguiera escondiendo el hecho de que no puedo lidiar con esto"

(13 Beaches, Lana Del Rey)

MinJi despertó sintiéndose mareada y confundida, la luz de la habitación en la que se hallaba era tan potente que a sus recién despiertos ojos les tomó un buen tiempo acostumbrarse. Su cuerpo entero dolía, se sentía como si hubiera estado flotando y al caer todo el dolor se cimentaba en ella nuevamente.

Lo último que recordaba era lo espantada que había estado cayendo al agua que entró a su garganta, fría y entumecedora, cómo intentó luchar por salir a flote y la desesperación de poder hacerlo, estar atrapada y estar muriendo lentamente.

-¿Min?-Preguntó una voz que la guío hacia la realidad. Enfocó su mirada pérdida en ella, y nunca creyó que volvería a ver a la alfa frente a ella llorando sin consuelo, o al menos no hasta que muriera.

-Pensé que te perdía.-Susurró otrogándole un beso en sus manos.

YooHyeon estaba de rodillas a lado de su camilla, como mortal quien rinde tributo a su deidad. La devoción en sus ojos era la misma, pero el amor era posiblemente más fuerte y real. La omega levantó su mano para posicionarla sobre la mejilla de su amada y acunar su rostro lagrimeante, era sofocante pensar en qué le había pasado para que la alfa hubiera llegado a ese punto.

Algo hizo clic en ella, era una sensación de vacío que no podía explicar y cuando dirigió su vista hacia su vientre éste ya no se encontraba abultado. La urgencia escaló en ella al punto de alterarla, y pronto tenía a YooHyeon sobre de ella haciendo todo lo posible para que se enfocara en su mirada pero simplemente no podía. Su bebé no estaba, se la habían quitado y algo le avisaba que no marchaban bien las cosas. Lloró y pataleó sintiendo un leve pulso que la detenía de entregarse a la locura, pero no estaba tranquila en lo absoluto.

-¡MinJi, tranquilízate! ¡Escúchame!-Su rostro fue sostenido por dos grandes manos que inmovilizaron sus movimientos al hacerle enfocar la mirada y conectarla con la suya, la mayor expresó en sus ojos toda la calma que necesitaba.

YooHyeon nunca se podría arrepentir lo suficiente de no haber marcado a MinJi todas las veces que se lo pidió. Sería de muy buena ayuda en estos momentos.

-Mi bebé.-Pidió la omega con lagunas en sus ojos.

-Está bien, cariño. Nuestra hija está bien.-Le aseguró, dudosa aún de cómo abordar el tema por completo.-Es pequeña, pero está bien.

-¿L-lo está? Quiero verla, YooHyeon.

-No puedes todavía, Min. Ella está en una incubadora. Fue prematura porque tuvieron que sacártela antes para prevenir riesgos o complicaciones mayores.

-¡Pero es mía! Puedo verla a través de la incubadora.

-Necesitas descansar.-Le respondió apoyándola sobre el respaldo.

-¿Me escondes algo, cierto? YooHyeon mírame a los ojos y dime la verdad.

La alfa estaba renuente, no podía hacerlo sin sentir que su voz que quebraría. ¿Cómo ver ese rostro y decirle que existía una posibilidad de que su hija no sobreviviera? No había manera.

-YiYi es débil aún, linda. Estos dos meses son críticos para su desarrollo, pero necesitamos ser positivas y esperar un resultado. Puedes verla pasado mañana, cuando estés mejor recuperada de la cesárea.

-¿Va a morir?

No. Tuvo el impulso de prometer que no, pero era una promesa dañina que podía perjudicar más de lo que tranquilizaría.

𝐊𝐞𝐫𝐨𝐬𝐞𝐧𝐞 || 𝚈𝚘𝚘𝙹𝚒/𝙹𝚒𝚈𝚘𝚘 𝚊𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora