Preparativos

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La propuesta había sido de lo más romántico posible. Una deliciosa cena a la luz de la luna, un discurso bien planeado con palabras conmovedoras de por medio en la que Barnes confesaba su profundo amor por el Barón, aunque es importante mencionar que hubieron un par de explosiones en el proceso, obviamente se trataban de la explosión de emociones y sentimientos que se alojaban en su corazón, para nada se trataban de las explosiones a unos cuantos metros del restaurante porque al parecer esa noche resultaba excelente para cometer unas cuantas fechorías. 

Pero todo eso dejo de importar cuando el Barón Helmut Zemo acepto comprometerse con el ex Soldado de Invierno ahora renombrado como Lobo Blanco. 

Y pasado un tiempo considerable decidieron que ya era hora de poner manos a la obra. 

No obstante, las percepciones de dicho día especial causaban un poco de conflicto para la pareja. 

--Agradezco tu ayuda Valentina pero si con este favor crees que te nombrare mi madrina de bodas déjame decirte que eso no va a suceder.

--Hay no, para nada. Si lo hiciera se que alguien estaría tras mi cuello y déjame decirte querido que hay un collar de perlas que se que se vera hermoso con mi atuendo para este evento tan importante. 

--Y por mucho que seas mi jefa te recuerdo quien es el que  les da de comer a esas bocas. 

--Si si querido, como sea.-- Valentina ignoro olímpicamente las palabras del Sokoviano. Recargo sus brazos en su escritorio de madera de pino para observarlos con esa mirada que solo podían darte un niño fascinado porque le prometieron darle su dulce favorito. --¿Qué es lo que lograron acordar? 

--Solo amigos y gente cercana.-- Dijo Bucky por primera vez durante todo el tiempo que llego a aquel lugar, pues se había limitado a observar en silencio. 

--¿Tienen una fecha en mente? 

--En verdad toda esta amabilidad es aterradora...-- Aunque fue un comentario reservado para sus propios pensamientos, este escapo por sus labios en un murmuro entre dientes. 

--Debería despedirte. -- Menciono Zemo. 

--No creo que así funcione la cosa querido.--  A veces se preguntaba porque no había botado todo ese asunto de pertenecer a un grupo coordinado por Valentina donde él era el principal subsidiario para cada misión.--En fin ¿Qué otra cosa tienen en mente?

--Pastel de red velvet  y trajes blancos.-- Por la expresión de Valentina, podían deducir que ella esperaba algo más que un simple sabor para su pastel, una vena sobre sus cejas estaba saltando por la presión recorriéndole a grandes velocidades pero estaba conteniéndose lo más que podía para no perder esa compostura que la caracterizaba y se lanzara sobre el par de tontos para darles una buena reprimenda por tomarse tan a la ligera su compromiso. 

--¿Eso es todo? 

--... Si

--No puede ser, deben de estar bromeando.-- Hablo Valentina entre dientes mientras giraba la enorme silla de cuero marrón hacia la cajonera en sus espadas para nuevamente darles la cara a sus invitados en un agraciado giro de 360 grados mientras que en sus manos sostenía una carpeta que a simple vista estaba a reventar de paginas y recortes decorativos nupciales.

--Para su fortuna, me tome la libertad de crear unas cuantas opciones para ustedes. 

--¿Desde que anunciamos nuestro compromiso hace dos semanas?

--Desde que comenzaron a ser pareja.-- Que si no mal lo recordaban todos los presentes en la habitación, eso había sido hace 3 años atrás. 

--Es aterrador. 

--Es intrigante.

--Aunque claro, quisiera discutir un par de detalles en privado contigo Zemo. 

Valentina por lo general estaba siempre un paso adelante pero con la boda Barnes-Zemo se había sobrepasado todos los limites esperados, en menos de un abrir y cerrar de ojos ya tenia el lugar, los invitados, decoración, mantelería, cubiertos, bebidas, vinos, wiski ¡hasta la luna de miel! No seria sorprendente si un día llegaba y les decía que ya tenia hecha su planeación familiar con una casa en el campo, niños corriendo por ahí y una mascota incluida. 

--¿Y donde queda mi opinión dentro de todo esto? 

--Sin ofender Barnes pero eres un vejestorio. Deja que las personas con buen gusto se encarguen de esto. 

--También voy a casarme.-- Helmut jaló de su chaqueta para darle un rápido beso que interrumpió el posible conflicto. 

--No te preocupes. Prometo que tomaremos en cuenta tu opinión.-- Aunque le dijo que estaba bien, tenia la leve sospecha de que eso no seria del todo cierto. 





Boda de EnsueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora