•Contrato Sangríento•

Capítulo 5 Una Oportunidad

Narrador omnisciente

Ya el trabajo estaba hecho, una chica muerta por asfixia, cuatro chicos que estaban placenteros por haber golpeado, violado y matado a una chica que no hacía nada más que trabajar, cuidar a sus padres, ayudar.

Habían matado a Karely.

Pero esto es solo el inicio del final. De un infierno.

Porque como dicen por ahí, de este mundo no nos vamos sin rendir cuentas y Karely una chica inocente, ahora los haría pagar.

                                                                                  ᕙ♡ᕗ

La lluvia estaba cayendo más fuerte que nunca; es como si el cielo estuviera triste y a causa de eso estuviera llorando a mares.

En el bosque desierto estaba postrado un cuerpo, el cuerpo de una mujer y a simple vista se notaba los moretones en su cara y en sus piernas.

Lo único que cubría el cuerpo de la inmensa lluvia, era un árbol. El único árbol que había en ese bosque y al menos cubría a ella.

En su cuerpo se notaba el color, un color casi azul, y en su cuello se notaban marcas de asfixia.

Su cabello rubio estaba desordenado, algunos de sus cabellos estaban en su frente que cubrían un poco los moretones en su cara, y la cubría solamente una camisa algo rota.

A lo lejos un hombre completamente vestido de negro con un bastón en la mano izquierda y un sombrero que cubría su frente. Caminaba en dirección al cuerpo en pasos lentos, como si no le preocupara o no estuviera asustado por el cuerpo que se presentaba a su vista.

Ya enfrente del cuerpo, se agachó para verlo más de cerca, e inmediatamente hizo una mueca.

—Bien es hora, de revivirte, chiquilla.— dijo el hombre misterioso.

El hombre pronunció unas palabras que no se asemejaban a ningún otro idioma, de repente, la lluvia quedó en el aire en su lugar, era como si el tiempo hubiera parado y lo que se veía en ese árbol era imposible de creer.

La chica, estaba sentada en el pasto, el hombre misterioso estaba de pie mirándola como una niña indefensa.

Karely estaba viva. Pero, ¿Cómo?.

Karely estaba sentada, viendo a la nada era como si estuviera asimilando lo que acababa de ocurrir, el hombre misterioso le extendió la mano.

—Bienvenida de nuevo al mundo Karely— le dijo el hombre misterioso — no te haré daño — dijo al ver que Karely no tomaba su mano y apenas así misma se abrazaba.

Karely con mucha duda tomo la mano de aquel hombre misterioso, era como si en el fondo le generará algo de confianza.

El hombre misterioso, le brindo un abrigó largo, que por cierto quien sabe de dónde lo habría sacado.

Karely sin dudarlo lo tomó y con el mismo abrigó se cubrió hasta más abajo de las rodillas. El hombre la miraba fijamente a la cara.

—Bien Karely, no tenemos mucho tiempo, así que voy al grano, estás viva de nuevo, porque yo te he revivido— Karely estaba en neutro, era como si todo lo que le han dicho apenas lo estuviera asimilado

—Y yo que tengo que ver en esto—Eran las primeras palabras que había dicho Karely, el hombre misterioso se quitó el sombrero dejando ver su cara.

Tiene cabello negro, piel clara y en sus ojos negros se notaba una flama roja que los hacía brillar.