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Kuroo.

- Wow, que buena historia. ¿Y si es real?

Lo mire sonriente y con burla.

Casi me hecho a reír por mi tonto chiste al ver la cara de la papita sabor a limón, Tsukishima estaba enojado, pero recibí un golpe en la nuca por parte de el amor de mi vida.

- No seas fastidioso, Kuroo.

Susurro mi pequeño pudín.

- Lo siento, mi vida.

Vi como apartó la mirada con enojo.

- Ya basta, no me digas así.

Volvió a susurrar con molestia. Oh vamos mi pequeño teñido, si tan solo me amarás...

Esto era terriblemente horrible. (Jaja suena bien)

A veces aparentaba que en realidad no le fastidiaba que él me rechazara, cosa que no era cierta, en absoluto. De hecho lo que yo siento por Kenma no se basa solamente en el físico, en un principio empezó así.

Solo una atracción física, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que me gustaba cada vez más su actitud. Tan distraído, dependía de mi, no podía estar un rato sin jugar; con el paso del tiempo mi forma de verlo cambio inconcientemente.

Ya no lo veía solo como un chico con él cual pasar un rato y después dejarlo como si nada. Por qué ya había hecho eso con chicas y chicos, jugar un rato con sus sentimientos o algo de simple atracción.

Cuando lo conoció a el no sintió nada, era como alguien común, después se dio cuenta de que en realidad lo quería como un buen amigo, nunca pensó que eso pasaría a ser un gran gusto por su apariencia. Y actualmente esta en estas, un momento en el cual se le va el corazón de solo pensar lo genial que es tenerlo a su lado, y quiere que sigan así, pero no solo como amigos.

– Parece que alguien jamás tendrá pareja.

Susurro de forma fuerte el chico con cabellos blancos mientras abrazaba a su pareja por detrás, ese pelinegro dueño de sus suspiros.

Me limité a no prestarle gran atención. Cosa que no sirvió del todo al escuchar como los demás reían.

Ya harto de la situación decidí irme, esto no era nada divertido. Y aunque no suelo enojarme por nada, está vez llegué a un límite.

– Oh, vamos Kuroo. Solo bromeó.

Se excuso Bokuto.

Y era cierto, solo era una broma, aunque he aguantado todo tipo de broma lo que hace esta desagradable es que ya se convirtió en una verdad.

Heche a reír con falsedad para que no notarán mi desacuerdo.

– Tienes mucha razón.

Esta iba a ser una tarde muy tediosa.

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Iba caminando por fin a mi casa, pero primero tenía que llevar a este enano que me robó el corazón a su casa, aunque había algo distinto.

Quizás yo era el único que lo noto, pero a comparación de otros días, yo no hable. Estaba enojado, ya lo he intentado todo, y él sigue rechazando mis indirectas, muy directas por cierto.

Seguí caminando con el ceño fruncido mientras el se concentraba en su juego.

Estábamos parados esperando, cuando note que el semáforo se puso en verde, supe que era hora de volver a nuestra caminata.

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𝙻𝚘𝚜 𝚂𝚒𝚗𝚝𝚘𝚖𝚊𝚜 𝙳𝚎 𝙰𝚖𝚊𝚛𝚝𝚎 (𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊𝒚𝒂𝒎𝒂) [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora