Esto Es Amor /Pausada/ Countryhumans [Rusmex]

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El primer heredero del imperio estaba a punto de comprometerse, y ni el sabía con quién. La noticia corría por cada rincón del imperio, se eligiría a la siguiente duquesa próximamente y todo con lo que parecía un sorteo, pues se aseguraba que un representante del gobierno imperial iría a las casas donde hubiera jóvenes mayores a los quince años para hacerlas probar una zapatilla especial y a quien le calzara a la perfección sería elegida de inmediato para casarse con Rusia, primogénito de la casa real eslava, ¿Sabes a cuántas personas les puede quedar una misma talla de zapato?, Exacto, por eso parecía un sorteo, ya que solo era cuestión de tiempo para que se encontrará a más de una chica con la medida y seria solo afortunada la primera a la que le entrara el zapato. Parecía ridículo entonces que el heredero de un imperio se case con la primera mujer que se le cruce enfrente sin importar si es noble o plebeya basándose solo por la medida de su pie, era algo impertinente tambien, como si al tipo no le interesará lo más mínimo su descendencia o el gran título que parecía querer regalar sin mas. Aún que bueno, ya se tenían antecedentes de la aparente apatía de Rusia hacia las labores nobles que le corresponden, siendo pues que según la tradición de la corona el duque debió casarse tres años antes de todo ese despapaye, y en su lugar se fue a viajar por el mundo, situación que el emperador Urss condonó solo para consentir a su primogénito.

Pero bueno, al menos se tenía una razón medianamente aceptable para todo ese circo, pues unos días antes del anuncio se llevó acabo un evento entre la elite del imperio que celebraban el cumpleaños del príncipe, quien después de su viaje volvía a las tierras que le pertenecían; renovado y sobre todo alegre, más aún con el mismo pensamiento de tomarse las cosas de imperio a la ligera; todos estuvieron ahí y entre los invitados -según la historia oficial -estaba una bella señorita que parecía de la más fina de las familias del imperio, pero que cuando tuvo la oportunidad de hablar con su majestad Rusia, se expresó con tanta humildad y encantó que endulzó el corazón del duque quien le hizo compañía durante toda la fiesta, no se sabe demasiado de ella, pues según el duque jamás le menciono su nombre, y su aspecto parecía vagar según los mismos testigos que discrepaban entre chicas rubias y pelirrojas, ya que el mismo Rusia se había abstenido de dar una descripción para que, según él: "No hubiesen imitadoras", y como único dato que parecía relevante, era que estaba muy insistente en qué no debía quedarse en la fiesta después de la media noche, escapando justo en la última campanada de lo brazos del noble, abandonando en su camino la mentada zapatilla que ni siquiera quiso recuperar debido a las prisas. Dejando a Rusia como el enamorado apasionado que busca a su amor sin importar los obstáculos o lo ridículo que fuera...

Así que está bien, como ya mencioné, a más de una le queda una simple zapatilla, en los primeros días de búsqueda donde se le daría prioridad a las jóvenes aristocratas, se encontraría al menos a una que le calzara ¿No? Pues no, como si se tratase de una magia extraña, tal calzado no parecía envonar en ningún pie, siempre había un pero; que si a una le quedaba grande, a otra pequeña, que si el largo, o el ancho, o el alto; en cada ocasión había algo que no cuadraba y a nadie le quedaba perfectamente como el heredero exigió. Y aún que muchas hicieron un escándalo cuando las pruebas le quedaban mal solo por milímetros, USA, el encargado del trabajo, hizo lo debido al ser exigente y justo en todas las de la ley. Aún que bueno, solo debo agregar que el estadounidense se divertía demasiado rompiendo las ilusiones de niñas quinceañeras que aveces, incluso, llegaban al llanto por la frustración.

--¿A donde vamos ahora?-- pregunto Australia, el hermano menor del estadounidense, quien le hacía compañía con el trabajo arduo que llevaba a cabo

--Ya es tarde, está por anochecer y no iremos a las zonas provinciales así --comentó el americano suspirando de cansancio después de un tercer día de búsqueda exaustiva, mirando entre sus manos, el cojín rojo donde el hermoso y delicado calzado de cuero recubierto con brillos que parecían infinitos descansaba --Hace poco regresaron unos amigos de un viaje a los países del occidente, no los he visto en una semana así que quiero ir a saludarlos, además cocinan muy bien y a esta hora cenan así que...