CAPITULO 6

1K 77 3
                                    


La estaba besando como nunca lo había hecho, era un beso cargado de pasión y a la vez ternura no sabía cómo si supuestamente le daban asco sus besos los podía sentir, que eran con tanto amor y deseo, él le había dicho que le iba a demostrar cuanto la amaba y bien que se lo estaba demostrando.

Está siendo débil con él de nuevo, pero lo necesitaba tanto que quería creer en él, aunque después se volviera a caer de esa nube en la que siempre era transportada cuando estaban juntos

De repente sintió sus manos bajando por su cuello dirigiéndose a unos de sus pechos y dio un respingo las dos veces anteriores no la había tocado así, por eso se sorprendió, pero era algo tan placentero que no quería que parara, la estaba aprisionado contra su cuerpo sintiendo sobre su vientre el grado de excitación que él tenía y a la vez aumentando el deseo de ella, ya no podía pensar sólo sentir y terminó abandonándose a lo que ese hombre le hacía sentir.

Armando noto el momento exacto cuando ella se relajó en sus brazos y sin dudarlo la tomó en sus brazos, para dirigirse a su dormitorio, le iba a demostrar como él solo la amaba a ella.

Cuando le dejó de pie frente a la cama se dedicó por unos segundos a mirarla con los ojos del corazón y ahí ya no tuvo dudas la amaba y sería para siempre.

Ella lo miró a la cara y supo ver amor en sus ojos pero aún estaba reacia a creerle pero en ese momento dejó todas sus dudas en un cajón de su cerebro sólo para disfrutar de ese momento. Armando la empezó a besar nuevamente y a desnudarla quería sentir su piel junto a la suya, cuando le quitó la blusa quedando solo en sujetador lo que vio le encantó, sus pechos eran blancos más abundante de lo que aparentaba, lentamente su mano se posó en el broche para en un instante hacerlo desaparecer quedando la visión de esos dos montículos perfectos para sus manos.

Como pudo alguna vez pensar que ella era fea, si sólo con dedicarse a observarla un poquito podías vislumbrar la mirada clara y profunda de esos ojos negros, su boca carnosa perfecta para sus besos y aunque quisiera ocultar su cuerpo bajo esas ropas tan antiguas, él en ese momento estaba viendo como era su cuerpo, sus pechos generosos, la cintura estrecha, las piernas bien torneadas y su piel tan suave que a él tanto le gustaba acariciar. Dejo de pensar sólo tenía un objetivo, hacerla suya nuevamente poder perderse en ella y permanecer el resto de su vida así sin que nada más importe.

Lentamente bajó la cremallera de su vestido haciendo que con el propio peso cayera al suelo quedando solo con sus braguitas que a pesar de ser anticuadas a él lo estaban volviendo loco. La empujó suavemente con su cuerpo hasta que la hizo tocar el borde de la cama y con delicadeza la hizo tumbarse en ella dejando a la vista su casi desnudez, ansioso ya no espero a quitarse su propia ropa, quedando solo en bóxer mostrando su virilidad completamente lista para poder perderse en ella, la mirada que aún sin ser consciente que ella le dio tuvo el efecto de excitarlo aún más si cabe, pensó en tomarla de inmediato, pero él se propuso demostrarle cuanto la amaba y a la vez hacerla gozar como nunca por eso respiro profundamente para lograr tranquilizarse un poco y continuar con lo que tenía pensado.

Se tumbo junto a ella en la cama y mirándola a los ojos le susurro que la amaba para luego besar sus labios con pasión, jugar con ellos mientras sus manos empezaron a recorrer su cuello, para luego bajar hacia sus pechos, rozó el pezón con suavidad para luego abarcarlo con la mano completa efectuando un ligero masaje que por la sorpresa de ella le arrancó un gemido ahogado, descendió hacia el otro pecho para soplar suavecito logrando que el pezón se pusiera duro automáticamente, no aguanto más y se lo llevó a la boca logrando que emitiera otro gemido, pero esta vez más fuerte sorprendiéndose ella misma de él, con la otra mano Armando fue bajando por su vientre logrando llegar a su pubis y rozándolo suave para a continuación rozar su botón rosado que estaba hinchado, estaba al alcance de él frotándolo suavemente para luego hacerlo con más energía.

A todo esto Betty ya no era consciente de lo que desde su garganta emitía solo se dejaba hacer y sentir el placer que ese hombre era capaz de proporcionarle, sintió cuando abandono sus pechos para besarle el vientre y con sus manos recorrer sus piernas, pero lo que ocurrió a continuación ella nunca lo imagino Armando le quito sus bragas de un movimiento, le separo las piernas para hundir su cara y con su boca y lengua darle el placer que ella jamás sintió ya no eran gemidos sino gritos los que ya emitía y él feliz sabiendo que lo provocaba continuó con más entusiasmo, Betty sintió de pronto que ya no aguantaba más lo necesitaba dentro de ella pero ¡¡Ya!!

B: Por favor, por favor no puedo más, necesito sentirte dentro de mí, por favor

El haciendo caso omiso de su petición continuó con más energía hasta que la sintió temblar el orgasmo le había llegado, él se recreó por un momento en su cara de placer disfrutando de su orgasmo pero, él mismo ya no aguantaba más separo sus piernas con delicadeza y con una embestida potente entró en ese lugar que sólo era de él, se quedó quieto unos segundos, pero las contracciones de su vagina lo animaron a moverse lentamente, ella lo rodeo con sus piernas por la cintura para así profundizar más si eso era posible y de manera inconsciente comenzó a moverse

Él la sujeto por las caderas pero no fue suficiente ella necesitaba más y continuó con sus movimientos, Armando ya completamente loco de pasión y deseo la acompaño en una danza frenética la cual a los pocos segundos lo llevó al orgasmo más placentero de su vida derramándose en ella y llevándola con él a su segundo orgasmo que casi la hizo perder la consciencia, permanecieron unidos íntimamente unos minutos pero luego se tuvieron que separar por el miedo de aplastarla quedándose profundamente dormidos uno en brazos del otro

CONTINUARA...

ADAPTACION DE LA NOVELA ORIGINAL, ESCRITA POR EL GRAN FERNANDO GAITAN" YO SOY, BETTY LA FEA" POR MARY RESPETANDO LOS DERECHOS DE AUTOR

LA FUERZA DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora