CAPITULO 46

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Los planes de Armando eran otros, habían acordado con Betty que les diría a sus padres que después del desfile se iba a quedar donde sus amigas porque sería muy peligroso volver al barrio de Palermo a altas horas de la noche. Don Hermes había protestado lo suyo, pero entre Doña Julia y Betty lo convencieron eso si después de darle mil recomendaciones, así que después de despedirse de sus papás se fueron a la recepción del hotel ya que Armando había reservado una habitación, después que la recepcionista le hiciera la entrega de las llaves de su habitación se encaminaron hacia el ascensor

Cuando las puertas de este se cerraron él ya no aguanto mas y atrayéndola hacia él la rodeo con sus brazos y le robo el aliento con un beso apasionado asaltando asi todos sus sentidos, Betty lo único que pudo hacer como lo hacía siempre era abandonarse a todas aquellas sensaciones que ese hombre, su HOMBRE provocaba en ella, cuando al fin llegaron a su habitación ella se sorprendió estaba todo iluminado con velas estratégicamente puestas y en el salón una copiosa cena. Él rodeo su cintura y dándole pequeños besos en el cuello le susurro

A: ¿Te gusta mi amor? Era una sorpresa que te tenía preparada
B: Es muy bello, me encanta siempre sus sorpresas Doctor Mendoza (y girándose en sus brazos lo rodeo por la cintura y apoyo su cabeza en su pecho)
A: Me alegro de que le gustara ahora comamos un poco, porque tengo un hambre y después quiero mi postre (guiñándole un ojo)

Se sentaron a degustar esa exquisita cena y hablaron de lo exitosa que resulto la colección y de todos aquellos que quisieron hacerse con una franquicia, cuando terminaron Betty se fue al baño a limpiarse los dientes y disimuladamente ponerse un poco de perfume en las zonas estratégicas, cuando salió se encontró con Armando sentado al borde de la cama que cuando la vio le dedico una de su mas hermosa sonrisa, se puso de pie y tendiéndole una mano la atrajo hacia él para darle un beso tierno que de un momento a otro se transformo en apasionado, acariciaba lentamente su espalda con suaves caricias que mas parecían las de una pluma con esa caricia se pudo dar cuenta que a ella se le erizaba la piel por completo

Siguió bajando hasta que poso sus manos en sus nalgas y la apretó contra él para que se diera cuenta el grado de excitación que provocaba en él, el gemido de ella fue muy claro para él del deseo que también sentía y saber que eso lo provocaba él hizo que su ego aumentara aun mas si eso era posible fue bajando lentamente por su cuello prodigando besos húmedos hasta llegar hasta el nacimiento de sus pechos lo cual causo un gran suspiro, ella a la vez le acariciaba la cabeza bajando y deleitándose con el ancho de su espalda en un momento esa caricia no le basto y con rapidez se dispuso a desabrochar su camisa desperdigando besos por cada porción de piel descubierta

Eso termino por volverlo loco y con un ágil movimiento bajo la cremallera de su vestido cayendo este al suelo por su propio peso. Cuando clavo sus ojos en ella se dio cuenta que solo la cubría una tanga color negro y sus pechos blancos y bien proporcionados con sus pezones rosados estaban ahí desafiantes y él no lo dudo un momento y se dedico a besarlos, pero cuando abrió su boca para succionarlo el grito de Betty lo sorprendió así que preocupado se aparto de ellos

A: ¿Te hice daño mi amor?
B: Sigue... por favor, no te detengas

La sonrisa de Armando se ancho y se dedico a complacer a su amor con lamidas y mordiscos, lentamente la condujo hacia la cama y con delicadeza la deposito y se dedico por unos momentos a contemplar ese cuerpo glorioso y que solo a él le pertenecía, cuando se dio cuenta de su mirada se ruborizo e hizo el intento de cubrirse los pechos, pero él no se lo permitió

A: No mi amor no los cubras, son perfectos para mí no sabes como disfruto de ellos

Ella solo lo pudo mirar con amor y una mezcla de deseo se inclino en la cama y con sus manos bajo por su pecho hasta llegar a la cintura y mirándolo fijamente le dijo

LA FUERZA DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora