Tomé por primera vez, un arma con mis propias manos. Era el poder y las ganas de halar el gatillo lo que me calentaron la sangre. Así que me imaginé como seria dispararle al homofóbico racista, vestido con traje militar, que me la había prestado.

EL ARMA.
Tomé por primera vez, un arma con mis propias manos. Era el poder y las ganas de halar el gatillo lo que me calentaron la sangre. Así que me imaginé como seria dispararle al homofóbico racista, vestido con traje militar, que me la había prestado.