Recuperación, redención y romance [TERMINADA]

Capítulo 32: Desahogarse

"DEJANDO SALIR EL VAPOR" (asi esta la otra traducción)

Bilbo llegó al borde del bosque antes de que Gani y Kíli lo alcanzaran. Siguió adelante hasta que vio a Legolas delante de él descansando contra su largo arco.

"Odio a los enanos autoritarios", dijo Bilbo mientras se deslizaba desde la parte trasera del pony y ataba a Rose a un árbol a la sombra. Bilbo agarró la canasta y las bolsas de la parte trasera del pony y comenzó a caminar hacia el bosque. Legolas dio un paso junto a él.

"¿Cuál?" Preguntó Legolas.

Bilbo siguió caminando con la esperanza de encontrar algo obstinado para levantar. "Thorin Escudo de Roble, es absolutamente horrible".

"¿Por qué?"

Bilbo se volvió hacia Legolas. "Dijo que no podía salir al bosque porque me torcí el tobillo".

"Veo."

"¿Vos si?" Preguntó Bilbo. "Porque él cree que puede decirme qué hacer, me trató como un hobbit que necesita que alguien lo vigile. Hizo que Biorn viniera y se sentara conmigo cuando iba a una reunión y se negó a permitirme salir cuando Solo cojeaba un poco. Hizo un discurso y lo hizo sonar como si supiera que podía cuidar de mí mismo y luego me dijo que no se me permitía bajar aquí, permitido, como si fuera un niño que necesita hacerlo. solicitar permiso."

"Está preocupado por ti", dijo Kíli y Bilbo lo fulminó con la mirada.

"No lo defiendas".

"Es mi tío", dijo Kili estúpidamente y luego negó con la cabeza. "Olvídalo; él es un idiota, tienes razón, está equivocado, simplemente deja de mirarme".

Bilbo centró su atención en la parcela de cebollas silvestres en la que habían entrado; extrañamente, parecía haber más cebollas que la última vez que bajaron a recoger comida. Bilbo miró a Legolas inquisitivamente y el elfo simplemente le sonrió inocentemente.

"Y tú," dijo Bilbo arrancando un poco de cebolla del suelo y colocándola en la canasta. "Él sigue hablando y hablando del elfo como si no vinieras aquí y nos ayudas, como si hubiéramos sido capaces de alimentar a todos los enanos dentro de la montaña sin la ayuda de tu magia elfa".

"No sé de qué estás hablando", dijo Legolas y comenzó a arrancar algunas de las hojas muertas del árbol debajo del cual estaba parado. Kíli y Gani estaban retrocediendo y Bilbo atacó el parche de cebollas, aunque todavía trató de tener cuidado con la cantidad que recogió. Bilbo se alegró de que nadie intentara detenerlo, tratara de ayudarlo mientras disfrutaba del áspero tirón contra la tierra y el ardor de sus músculos.

"Pensé que los elfos no mentían".

"Se nos ha conocido por eludir la verdad", dijo Legolas con una sonrisa. "El bosque se alegra de que el dragón se haya ido, el fuego es bueno para las plantas y la tierra, pero no con la regularidad que trae un dragón. Tener a los enanos de regreso en su montaña es bueno para esta tierra, así que el bosque te está dando".

Bilbo miró a Legolas con incredulidad, pero el elfo se veía sereno y seguro de sí mismo, así que Bilbo simplemente asintió y volvió a recoger la comida.

"Kili, ¿trajiste más de esas nueces?" Legolas preguntó unos minutos más tarde.

"Sí", dijo Kíli. "Te gustaron tanto que le pedí más a nuestra cocinera".