Comencé a caminar por un camino lleno de agua.
Mí agua.
El camino, si hubiese sido en otras circunstancias, me hubiese parecido cálido, seguro e inolvidable como tu cariño.
Arrastré mis pies por el camino. ¿Que me estaba pasando? ¿Por qué mí todo pasó a ser mí nada? ¿Por qué perdí?
Perdí todo. Lo perdí a él. Los perdí a ellos. Una parte de mí ya no se sentía como la niña de antes.
Aquella que alguna vez fui...
Una parte de mí sabía que ya no existía la niña.
Una parte de mí sabía que esa niña ya era capaz de sentir.En solo seis meses tuve que aceptarlo, ellos ya no estaban.
Yo ya no estaba para ellos.Quizás si los perdía entendería lo que es estar completamente sola. Quizás.
Él. A él lo necesitaba. Ahí, a mí lado, diciendo que todo iba a estar bien.
Diciendo que juntos podríamos superarlo todo.Necesitaba un hombro para llorar. Un lugar seguro.
Ya no existía ese lugar seguro...
Mí mundo acabó cuando los vi crecer.
Los vi alejarse.
Los vi olvidarme.
Siguieron como si nunca hubiese importado nada.¿Tan fácil era olvidarse de alguien?
¿Así? ¿Sin más?Quizás realmente nunca les importé. Quizás solo sobraba e intentaba convencerme de que ellos estarían para mí siempre. Quizás.
Lloré.
Lloré el primer día, el segundo, el tercero... Lloré hasta quedarme sin aliento.
Hasta entenderlo.Debía empezar de cero.
— — —
Si necesitas llorar,
hazlo.
Expresa lo que sientes y date tu tiempo.
Tú vas primero, luego el resto.
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Partes de mí.
PoesíaEscribir. Eso hago. Escribo lo que siento y lo que pienso. Bestia de los libros, hoy te invito a que leas cada una de mis partes. Las más dolorosas, las más felices, las más extrañas y aquellas que aún me atormentan. Te invito a conocer a mis m...