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Era un día nublado y la lluvia amenazaba en asomarse lentamente mientras que las personas caminaba a paso rápido preocupados de arruinar sus costosos trajes con la lluvia qué se aproximaba.

No era un amante del los días nublados pero tenia que admitir la belleza de las gotas cayendo lentamente por la ventana jugando una especie de carrera para ver cual de ellas era la primera en bajar o los pequeños arco iris en el cielo qué se formar al salir el sol después de a ver llovido.

Todo en este mundo tenía cierto valor y belleza si se detenía a analizarlo por un instante, obviamente las personas a su alrededor preferían analizar la suma de dinero qué entraban en sus billeteras mensualmente y contemplar la belleza de sus lujosas mansiones a detenerse un solo segundo a apreciar algo fuera de lo material.

Las pequeñas gotas se convirtieron en gotas pesadas de un fuerte lluvia mientras mantenía un paso tranquilo así su lugar de trabajo que a este paso estaría repleto de contadores o personas de ese rubro intentando escapar de la Lluvia.  No los culpaba hasta cierto a todos podía resultar les molesto limpiar el dolo y agua del suelo luego de escapar de un fuerte aguacero no era una idea muy divertida.

Al llegar a su estación de trabajo pudo ver al menos dos docenas de contadores y oficinistas, o lo que sean, ocupando todas las mesas y los asientos de la barra sin más se quito el abrigo y paso a la parte de atrás de la barra para hablar con sus compañeros y ayudarlo con los pedidos.

Tazas de café y chocolate iban y venían durante los últimos treinta minutos mientras la lluvia se tranquilizaba poco a poco o eso parecía todos estaban más concentrados en recibir su dosis de café antes de volver a las calles heladas siguiendo con sus apresuradas vidas, llenas de café noches en vela, quejas y rezos para poder llegar a casa descansar y poder el fin de semana contar su dinero en la tranquilidad de su hogar.

Cuando todos ya habrían recibido sus bebidas calientes muchos abrían pagado y retirado del lugar aprovechando que la lluvia se mantenía el leves gotas mientras se apresuraban a ir a sus estaciones de trabajo lo antes posible.

"No pudo imaginar como resistirán el resto del día con este clima" comento un hombre muy bien vestido, cabello castaño arenoso y ojos color marrón verdoso y porte limpio, mientras se sumaba a la corta fila de personas en la barra

"Será difícil, pero lo resistiremos " respondió la joven mientras se limpia va  las manos era cierto eran las primeras horas del día y ya abrían tenido trabajo en maza por la lluvia tazas de café estaban en las mesas sucias y abandonadas y el piso repleto de huellas de agua relucía por todo el suelo de los clientes que entraban y salían.

"Bien dicho, Lamento molestarte pero ¿Podrías prepararme dos tazas de café para llevar? Por favor?" aquel hombre tenia un tono de voz profundo y tranquilo hasta amable a diferencia de los demás clientes que eran impacientes y mandones no los culpaba pero a pesar de la carga qué uno lleva en sus espaldas aun se podía ser amigable.

"Por supuesto" la joven tomo dos vasos descartables grandes y preparo el café "¿Azúcar?" pregunto mientras veía a aquel hombre que jugaba con el botón de su saco.

" Tres de azúcar para el mio y el otro solo uno, a mi asistente no le gusta mucho el café con azúcar" su voz tenia un deje de diversión ya que el amaba lo dulce era una persona que solía comer mucho sin parar aunque el amaba la comida comer de forma desordenada podría afectar su salud gravemente.

"En entiendo, es bueno de su parte conseguir un poco de café para su asistente, muchos por aquí se preocupan más por el contenido de sus portafolios y cortar cabezas qué detenerse un minuto a pensar si alguien a su alrededor necesita algo...." su mirada regreso una ves más a aquel hombre mientras tomaba en vaso de cartón y un plumón negro" Disculpe, pero cual es su nombre?... Es para escribirnos en sus vaso " Dijo apuntando con el plumón asía el vaso

Oportunidades   [Sinclair Bryant  | Fanfiction ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora