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Soy Bakugo Katsuki tengo 18 años voy a entrar a la Universidad el año que viene y ahora en este momento de mi vida cuando no lo necesito estoy esperando para entrar al psicólogo...

Mis padres biológicos murieron en un accidente y quede sin padre a los 13 años. Fui adoptado por una pareja aparentemente buena que en realidad son muy irritantes. A los 15 años descubrí mi orientación sexual  y mi atracción hacia los hombres.

No lo dije abiertamente por que si lo decía mis "padres" Me harían algo muy malo. Ya que son demasiado homofóbicos. Trabajo en un café-restaurante, de día es un café y de noche un lujoso restaurante. La paga es muy buena y podré salir de esa casa, además podré pagar la universidad yo solo. Y ser libre de esas personas.

Pero un compañero mio que vino a mi casa les contó a mis padres que soy muy popular entre los hombre. Y que todos querían cogerme. ¿¡Quien demonios le dice eso a los padres de tu amigo?! Nunca más volvió y en casa se hizo cada vez peor para mi.

Trataron miles de formas pero no lo lograron, obviamente. Y ahora me enviaron al psicólogo. Fue a la fuerza ya que no quiero que una vieja de pelos blancos me de sus "consejos"

Y ese es el por que estoy esperando a entrar al consultorio.

- Katsuki Bakugo -grito una chica- Por favor Sala 3 lo están esperando

- Hijo por favor deja esas tonterías -dijo la mujer-

- Se un hombre y no una marica -exclamó el hombre a quien debo llamar padre-

- No cambiare, ahorren se saliva

Me fui directo a entrar a esa habitación y no preste nada de atención a la persona, solo cerré la puerta, mire el lugar y me senté en la silla delante del escritorio para por fin verla.

O mejor dicho verlo. Si, un hombre. El hombre más sexy que halla visto hasta ahora. Mierda, puedo imaginar cómo me sostendría en sus brazos. Eso me calienta.

- Así que Katsuki -dijo y Dios su voz es más sexy- Al parecer tienes la vida complicada ¿no?

- Aja -dije sin desinterés ya que mi mirada solo iba a sus brazos saliendo por la remera y cada vez que los movía se flexionaban- Dios gracias por esta bendición... -susurre y al parecer me escucho-

- Que bendición?

- Em, nada. Como se llama por cierto

- Oh! Lo olvide soy Kirishima Eijiro tengo 24 años y tu? Bueno ya leí tu vida así que no hace falta.

- Jaja -esto se pone interesante.. -

Después de 2 horas hablando realmente me descargue y estoy mejor. Le pedí su número y le dije si podíamos vernos de nuevo, el accedió y me dio su dirección. Nos veríamos el sábado por la noche, ese día no trabajo así que será fácil.

Mis padres creyeron que fue efectivo y seguirían llevándome. Lo que me hace muy feliz.

Los días pasaron como minutos y al fin llegó el sábado. Me puse una remera roja y jeans ajustados con Vans negras. Lleve un chaleco negro encima y salí de mi cuarto. Me despedí y salí de la casa. Tenía que apurar me ya que iría en autobús, después de todo no tengo auto.

Camine un poco hasta llegar a un edificio donde aparentemente vivía mi psicólogo. El edificio era muy hermoso y lujoso. Entre y pregunte por él, me dieron la dirección y luego me dirigí al ascensor para ir al piso 5. Entre al ascensor y un chico también no dejaba de mirarme y eso me incomodaba mucho. Baje lo antes posible cuando se abrió la puerta y me dirigí casi corriendo a la habitación de Kirishima. Toque la puerta dos veces para luego hacer una degustación con lo que tenía enfrente, un Kirishima mojado con pantalones de correr y una toalla encima rodeando su cuello y hombros. Se veían sus abdominales tan sexy como lo era el con su cabello hacia abajo.

Psicólogo KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora