Donde menos lo imagines.

3

“El final siempre sorprende aunque este escrito desde el principio”
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Abrió los ojos, y lo primero que vio esa fría mañana fue una extraña mata de pelo rosa que olía curiosamente dulce, el aletargamiento del sueño aún le nublaba un poco los sentidos por lo que le tomo algunos minutos recordar donde estaba y para su desdicha con quién estaba, y las condiciones en las que se encontraba.

Casi con miedo bajo la mirada a su cuerpo y maldijo un poco cuando notó la pocision en la que dormia, prácticamente eran un manojo de piernas y brazos, estaba tan cerca de Sakura, que de no ser porque era físicamente imposible y rompía todas las leyes de la lógica, lo hubiese creído; sus cuerpos estaban tan juntos, tan cerca que parecía como si se hubiesen mezclado en uno solo. Tenía abrazada a su improvisada compañera por la cintura, y quizás, y era la opción más lógica, en busca de calor también había enredado sus piernas con las de ella, y para su total sorpresa y desagrado había escondido su rostro en el espeso cabello de Sakura.

Nesecitaba levantarse de ahí lo más pronto posible, no quería ni siquiera imaginar la vergüenza e incomodidad que sentiría, si ella despertaba y ambos continuaban en tan bochornosa pocision, por lo que evitando cualquier movimiento brusco desenredo su cuerpo del de ella, y una vez libre su cuerpo resintió la falta del tan anhelado calor, y por unos cortos segundos se vio tentado así mismo a regresar a la posición anterior, y quizás lo hubiese hecho, quizás si ella fuera Tenten lo habría reconsiderado, pero no, ella no era su compañera de equipo, ella era la chica más problematoca de toda Konoha, y el definitivamente no quería verse envuelto en sus problemas, suficiente tenía con los propios.

Rápidamente camino por entre la, aún oscura cueva que les brindo refugió de la feroz lluvia, buscando encontrar su ropa e indumentaria, suspirando pesadamente cuando sus manos sintieron aun la humedad en ellas, pero sin importarle simplemente bse las colocó, reprimiendo un escalofrío cuando su tibia piel entró en contacto con la fría ropa. Una vez vestido, camino hacia una esquina de la cueva al notar que aún ni siquiera había salido el sol y su compañera probablemente no despertaría, al menos no aún.

Suspirando recostó su espalda sobre la fría e incómoda pared rocosa, cerrando sus ojos unos segundos, mientras intentaba relajarse e ignorar el frío que sentia y entonces la imagen de su prima llegó a su mente, ella sonriendo, dedicándole su amable sonrisa, mirándolo nerviosa. Había tantas cosas que él había hecho mal con ella, la había lastimado, la había humillado, pero lo peor de todo fue cuando atento contra su vida, esa vez, durante esos exámenes, cuando su lógica y raciocinio se vieron nublados por el odio y el rencor, él había intentado matarla, aquella acción que nadie le castigó, esa acción por la cual ella ni siquiera lo culpo o resintió pesaba siempre en conciencia, cada segundo, cada minuto, a cada hora el recordatorio de sus acciones siempre estaba ahí.
Había prometido cuidarla, se había prometido así mismo y a ella que él la protegería de cualquiera que intentara lastimarla, y había roto su promesa, su pequeña prima estaba desaparecida, ni siquiera sabía si aún estaba viva, ni siquiera sabía que haría si ella desaparecía, de que serviría su existencia sin ella.

…

Esa mañana apenas despertó lo primero que Sakura notó fue a su improvisado compañero sentado lejos de ella con la mirada perdida en el frondoso bosque fuera de aquella cueva.

No dijo nada, simplemente lo observó unos cortos segundos, imaginando donde estaban sus pensamientos en ese momento, en silencio camino hasta donde su ropa yacía, sin dejar en ningún momento de prestar atención a su compañero. No conocía mucho a Neji, de hecho adrede había mantenido su distancia de él, sabía lo que todos en la aldea conocían de él, sabía su historia y conocía su odio por la rama principal de los Hyuga, estaba al tanto del rencor que durante años guardo por su prima Hinata y que curiosamente desapareció de un día para otro.

Si tuviera que definir a Neji en una palabra sería “Hermetico”. Él era el tipo de persona que no dejaba entrar a nadie a su vida, el tipo de persona que no compartía sus pensamientos ni sus sentimientos… tan igual y a la vez diferente a esa persona.

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—Andando….—ordeno cuando finalmente Sakura estuvo lista, ella asintió y en silencio y dejando solo una ventisca tras ellos abandonaron aquella cueva que les brindo refugio de la cruel tormenta.

—¿Qué información se tiene sobre Sasuke?—pregunto a los pocos segundos, mirando de reojo a su compañera quién simplemente suspiro.

—Como ya había dicho antes se ha unido a Akatsuki, ha formado un equipo conformado por tres ninjas, su radar y de quién debemos tener estricto cuidado; Uzumaki Karin, un chico de quién no tenemos mucha información pero que porta la espada de Zabuza; Hozuki Suigetsu, y finalmente de quién tenemos cero información Juugo, ellos tres son el nuevo equipo de Sasuke y también miembros de Akatsuki con la misión de captura del Hachibi.—fibalizo ella sin siquiera mirarle, él asintió, ahora todo empezaba a cobrar sentido, ahora finalmente empezaba a entender porque habían mandado a su prima en esa misión, ella y solo ella era capaz de alertarles del radar de Sasuke antes de que este los notará.

Suspiró, de haber estado en la aldea y no de misión, quizás él habría suplantado a su prima, de haber ido a esa misión, su prima en esos momentos se encontraría bajo el refugio de la mansión Hyuga y la protección de Konoha, pero en cambio se encontraba quién sabe dónde, y en qué condiciones, quizás al borde de la muerte, quizás…

Quizás lo mejor era no pensar.

Había adquirido la costumbre de siempre esperar lo peor, y él estaba bien con eso, pero en ese momento cuando era la vida de su prima de quién hablaba aquello no parecía ser algo bueno. Sentía una opresión en su pecho, algo que crecía y crecía hasta el punto de dificultarle respirar por momentos.

…

Ella lo observó de reojo, desde hacía ya unos minutos atrás lo había notado por lo que suspirando se detuvo, obligándolo a imitarla, deteniéndose en la rama del árbol frente a ella.

—Haruno…

—Respira.—lo interrumpió con seriedad, el frunció el ceño.

—¿De que rayos hablas? Deja de gastar…

—Enfria tu cabeza un momento, cuando regreses a la normalidad, reanudaremos el andar.—dijo antes de descender hasta el verde pasto.

Suspirando se sentó, recostando su espalda en el tronco del árbol del cual bajo, cerrando sus ojos un momento. No pasó mucho tiempo antes de sentir la presencia de Neji frente a ella.

—¡Haruno tu…

—Estas dejando que tus pensamientos nublen tu juicio y alteren tus nervios, si sigues así lo único que conseguirás será un incensario ataque de pánico que nos retrasará el doble de tiempo.—explico con calma.—Ella está bien, Naruto jamás permitiría que algo le pasará… confía en él.