Una estúpida. Eso era lo que Haruno Sakura era, una fantasiosa y estúpida ninja médico.
De no ser por ella el probablemente estaría todavía descansando de la misión de la cual hasta hace unas pocas horas había regresado. ¡Pero no! En su lugar estaba corriendo en busca de aquella estúpida ninja que finalmente había caido en la locura.
¡Es que acaso no lo entendía! Ése chico no la quería todos en la aldea lo sabían, hasta él que no era muy dado a esos temas lo notaba, prácticamente el tipo había gritado a los cuatro vientos su odio por sus compañeros de equipo y aldea, había que ser muy idiota para no comprender la magnitud de su odio.
—Estupida.— volvió a susurrar con aún más molestia, mientras forzaba a su Byakugan a superar su propio límite.
Estaba cansado y para variar ni siquiera sabía que rumbo había tomado aquella estúpida médico, literalmente estaba en una búsqueda a ciegas.
—¡Que demonios….!.— susurro cuando un fuerte temblor lo destabilizó unos segundos.—Haruno.— susurro en reconocimiento de aquella terrible fuerza.
Si acaso eso era lo único que podía rescatar de ese intento de ninja, su increíble fuerza, eso era lo único que le elogiaba, pero de ahí en más no era útil para absolutamente nada.
...
No le tomo más de unos cinco minutos llegar al lugar donde sintió aún más fuerte aquel poderoso sismo. Ella estaba ahí en medio rodeada de varios ninjas que reconocía como de la aldea del sonido.
Al menos debía elogiarla se había desecho de una buena cantidad de enemigos ella sola.
—Hump…—Sabia que su ayuda estaba de sobra por lo mismo simplemente se recostó en la rama del árbol donde estaba parado viendo con fingida admiración la pelea de la Haruno.
A la peli-rosa le tomo unos 15 minutos desacerse de todos aquellos ninjas y fue hasta ese momento que se percató de su presencia palideciendo instantáneamente, ella era conciente del motivo de su presencia en ese lugar.
—Andando.— fue la orden que abandonó sus labios mientras la fulminaba con su perla mirada, más ella no se dejó amedrentar por eso.
—¡No! Yo no regresaré a Konoha sin él conmigo.— grito ella con firmeza, sorprendiendolo.
Es que acaso esa chica era masoquista.
Pensó con molestia mientras la fulminaba nuevamente con aún más intensidad.—Haruno.— siseó con rabia acercándose a ella de un ágil salto.
Ella no retrocedió y para sorprenderlo aún más le sostuvo la mirada.—Hyūga.— contesto con sus esmeraldas puestas en él.
—Estoy cansado acabo de regresar de una maldita misión de casi un mes y no he podido descansar solo por tu maldita culpa.— escupió haciendo que ella lo mirara confundida, más no se detuvo y continuó.—A si que déjate de estúpideces y regresa a la maldita Aldea, para así poder descansar adecuadamente.— termino de decir dando vuelta para volver a brincar a la cima de la rama donde anteriormente estaba, en espera de que la Haruno lo siguiera.
—Regresa tú, yo ya te dije que sin él no regreso.— volvió a decir empezando a caminar en dirección contraria, cabreandolo aún más.
—¡Maldición!.— susurro siguiendo a la chica.—¡Uchiha no regresará entiéndelo!.— grito detrás de ella haciendo que está se detuviera con el cuerpo tenso, mientras volteaba su rostro ligeramente fulminadolo con su verde mirada.
—Y quien demonios dice que ando en búsqueda de ese traidor.— escupió con odio.—A quién yo busco es a Naruto, lleva desaparecido ya una semana.— volvió a decir está vez sorprendiendolo.

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Donde menos lo imagines.
Fanfiction-¡Maldición!.- susurro siguiendo a la chica.-¡Uchiha no regresará entiéndelo!.- grito detrás de ella haciendo que está se detuviera con el cuerpo tenso, mientras volteaba su rostro ligeramente fulminadolo con su verde mirada. -Y quien demonios dice...