Capitulo 4

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La cena transcurrió de manera tranquila. El comedor puede que fuera de los espacios más pequeños de la casa, Freddy decía que era para que todos estuvieran más juntos en uno de los momentos más importantes del día. Aunque era obvio que la verdadera razón era que no les hacía falta más, ya que no solían tener invitados. El comedor contaba con una mesa pequeña con cuatro sillas contadas, para Freddy, Andrea, Tommy y Ginés el cual no se encontraba presente. Cuando Michelle le preguntó preocupada el por que de su falta, Freddy le informó de que estaba de viaje con uno de sus abuelos en Marbella y q no volvería hasta dentro de unos meses.

El raxo estaba buenísimo, y para Freddy era como si volviera a su tierra natal durante unos instantes. Le encantaba preparar platos típicos de Galicia y compartirlos con su familia.

Tristemente después de una cena llena de risas, anécdotas y debates llegó la hora de la despedida.

- Noooo, ¿por qué no puedes quedarte un poquito más? - Suplico el niño a Michelle.

Súplicas que rápidamente fueron cortadas por Andrea madre responsable.

- Tommy son las 10 de la noche ya hace tiempo que deberías estar en la cama, hoy ha sido una excepción por qué estaba tu tia, pero ya es hora de irse a dormir.

Tommy no parecía del todo convencido, cosa que Andrea noto. Y con una mirada de complicidad a su marido, el cual asintió de manera de aprobación, supo exactamente qué decir.

- Seguro que Papá te puede leer un cuento antes de dormir, ¿qué te parece eso?

Con esa declaración toda la duda que Tommy tenía en el tema dormir se evaporó. Quería mucho a su tía Michi, pero si hay algo que le fascinaba de verdad eran las historias de su padre.

- ¡Buenas noches Tia Michi! ¡Vamos Papá, a la cama! - gritó emocionado mientras corría hacia su habitación.

Los tres adultos rieron ante la instantánea reacción de la pequeña.

- Gracias por pasarte Mich, se te echaba de menos por aquí - Expresó Andrea mientras le daba un abrazo de despedida. - Y gracias por volver de una pieza.

- Gracias a vosotros por tenerme Andrea, a pesar del caos que traigo conmigo - agregó ella lanzando una mirada en la dirección en la que se habían ido padre e hijo anteriormente - Y gracias por el vino chorbo. Necesitaba la charla.

- Ya sabes que estamos para lo que necesites neno, es lo que hace la familia.

El sentimiento de culpa golpeó en el pecho a la pelirroja.

- Verdaderamente no os merezco.

- Gilipolleces, todos merecemos a alguien, te lo dice un viejo que lo aprendió a las malas.

- Gracias chicos, gracias por la cena y por todo en general.

- De nada Mich.

Y así como llegó, se fue. Había disfrutado cada segundo en esa casa, pero el sentimiento de culpabilidad se estaba volviendo inaguantable. Y cada vez que miraba a Freddy a la cara, unas náuseas le recorrían el estómago, él la había adoptado en su familia, le había dado un sitio al que llamar casa y sobre todo le había dado una segunda oportunidad.

¿Y cómo se lo estaba recompensando ella? Traicionándole por la espalda. Magnífico.

Aun así sabía que no podía dejarlo ahora, tenía una promesa que cumplir, y no llevaba 4 duros años de sufrimiento esperando como para echarse atrás ahora. Tenía que terminar con esto de una vez por todas, por Jack y sobre todo por ella.

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- Y así es como tu padre dejó de ser pirata Somalí joven padawan.

- ¿Pero robar no está mal?

- No era robar Tommy...veras....Eran regalos.

- ¿Regalos?

- Chim, yo les enseñaba la pipa mas bonita que tenía y ellos me daban regalos en modo de agradecimiento por verla.

Freddy se dio cuenta rápido del error que había cometido.

- Wow ¿Puedo ver yo la pipa Papa?

- Emmm... Igual en otro momento Tommy...cuando seas mas mayor te la dejaré ver y puede que si te portas bien incluso te enseñare a usarla.

- ¿Y por q no ahora?

- Por que ahora es hora de irse a dormir y cumplir con tu parte de las negociaciones mi pequeño padawan. -le murmuro mientras le daba un beso en la frente - Buenas noches cariño.

- Buenas noches papa.

Y con una última mirada a su niño Freddy apagó la luz de la habitación y hizo su salida. Mañana volvía a trabajar y él también debía descansar, el futuro no esperaba a nadie.

Antes de que me lleve el vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora