Ha habido tiempos pasados en los que sus elegidos no podían volver a casa. Sus cuerpos ardían hasta el cielo o enterrados bajo la tierra lejos de su abrazo. La promesa de su reclamo no se cumplió. Pero oh no, esta vez no.
Esta es mi traducción de la...
—¡Vuelvan aquí, mocosos! —El "trío de demonios" de Grey Terminal estaba robando una vez más a los nobles de High Town. Esta vez en forma de su método patentado dine n' dash. Nadie conocía las calles secundarias como lo hacían ellos mientras corrían de aquí para allá. Saltando por encima de muros que deberían haber sido un callejón sin salida para perder a sus perseguidores. Mientras salían corriendo por otro callejón, Sabo se puso bajo los pies de alguien mientras pasaban. El hombre apenas se salvó de besar el suelo se giró para mirar cualquier erizo que tuviera la chica para inter interirse en su camino.
—¿Sabo? ¡S-Sabo vuelve aquí! —Sabo se congeló durante medio segundo. Oh no.
—Vamos, Sabo tenemos que irnos. —llamó Luffy, asegurándose de que se quedaran unidos. Luffy sabía que los próximos días no serían divertidos dado lo que estaba en camino. Sabo apretó la mandíbula y continuó corriendo, ignorando al hombre que le llamaba su nombre. Los chicos siguieron pasando por Gray Terminal hasta que estaban seguros de que habían perdido el rastro.
Una vez que el trío estuvo a salvo dentro del bosque, Ace se volvió hacia Sabo. ¿El rubio parecía avergonzado? Ace no estaba muy seguro de qué hacer con él. Sabo, por otro lado, deseaba que por una vez en sus vidas Ace dejara algo en paz.
Por favor, deje que Ace lo ignore. Por favor, deje que Ace lo ignore. Por-
—Entonces, ¿quién era ese tipo Sabo? —Maldita sea. Siempre tuvo mucho cuidado. Sabo se aseguró de evitar las partes de la ciudad que frecuentaban. Él conocía su horario diario. Deberían haber estado en la parte este de la ciudad. Se suponía que Ace y Luffy nunca se cruzarían con ellos. Sabo suspiró.
—... Ese era mi padre. —Sabo parecía simplemente derrotado mientras hablaba. Luffy tomó nota de su cara. Parecía que Sabo estaba sufriendo solo para decir ese simple hecho.
—¿Por qué me dijiste que eres huérfano si tienes una familia? —Preguntó Ace. ¿Qué razón podría tener para mentir sobre algo tan importante?
—A mis padres no les importa. —De acuerdo, esa fue una buena razón, Ace admitió que sí mismo.— Todo lo que aman es su dinero, su propiedad, su estatus, pero no su hijo. —Trató de ser un buen hijo. Realmente lo hizo. Es solo toda esa ciudad. Está podrido hasta la médula.
— Al principio estaba bien. Mis padres me dijeron que todo lo que tenía que hacer era estudiar y casarme con la chica adecuada. Entonces todos serían felices. —Se rió amargamente.— Día tras día estudié esperando el más mínimo fragmento de aprobación. No se me permitió hacer nada que no me dijeran que hiciera. Estaba enjaulado y ni siquiera me di cuenta. —Una mano extendió la mano y agarró la de Sabo. Luffy agarró firmemente la mano de su otro hermano mayor. Sabo respiró hondo.— Hasta que un día finalmente lo hice. Así que huí. Si no me amaran, entonces viajaría por el mundo; libre de encontrar una nueva familia.
—Bueno, nos encontraste. Shishishi. Tienes hermanos que te quieren mucho. —Luffy sonrió de par en par y Ace asintió. Los ojos de Sabo se lloraron mientras olfateaba y se limpiaba la cara. Realmente tenía los mejores hermanos.
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