CAPITULO 1.

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ELA SMITH.

Desperté a las 5am, como todos los días,
Sin ganas, me levanté de la cama, y con los ojos medios cerrados me adentre al baño, sin tomarme mucho tiempo, me dí una ducha rápida, para que no me tomara mucho tiempo, hacer mi rutina de ejercicio.

Luego de vestirme, me dirigí fuera de casa, sin hacer ruido, salí trotando de casa, saliendo por un portal que estaba en el gran patio trasero.

Mientras iba trotando, pensaba en lo que tendría que comprar para la casa.

Cómo siempre, todas las compras iban a mi cargó, muchas veces me preguntaba, que se sentiría no tener familia, en mi casó sería genial.

No me mal entiendan, muchas personas tenían familia que valían la pena, pero, yo No estaba en ese grupo de personas.

Saben, no odiaba a mi familia, solo sentía por ellos, rencor y asco, sobre sus existencias.

No valía la pena que personas como ellos, siguieran gastando el aire de la tierra.

Me detuve en la tienda donde siempre compro las cosas para la casa, siempre antes de que todos despierten, tiene que estar todas las compras bien acomodadas, y que ellos no sientan el momento que yo llegué y las puse.

Porque si no, a quien le irá mal, sería a mi.

Saliendo de la tienda con mi cara de pocos amigos, y pensando que podría hacer está tarde, luego de ir a la secundaria, sin darme cuenta alguien me había empujado.

— oye, fíjate por dónde vas — casi se me sale el aliento, cuando ví con quién me tropecé.

— oh, lo siento — dijo esté al ver que todo lo que compré estaba en el suelo. — no me di cuenta que estabas detrás, lo siento mucho — decía, pero es que no entendía porque se disculpaba conmigo. — estás bien? Te ayudo? —

Luego de escuchar eso, me di cuenta como estaba y en qué situación, estaba tirada en el suelo, con un raspón en el brazo, ya que estaba haciendo ejercicio, no llevaba uno de mis tantos suéteres, y dejaba ver un poco de mi cuerpo.

Al instante que me di cuenta como me repasaba con la mirada, me cubrí de vergüenza, y tome su mano para poder levantarme del suelo.

El extendió su mano hacia mi, — Cassian West — cuando apreté su mano, sentí una corriente eléctrica, la cual no supe identificar.

— Ela Smith — el se quedó mirando mis ojos unos cuantos segundos, los cuales me parecieron eternos, cuando volvió en si, y empezó a recoger todo lo que con mi caída habia caído al piso, no me dió tiempo a ayudarle cuando ya tenía la bolsa en mano.

— Emm..., Ela siento haberte hecho caer, no me dió tiempo a fijarme que estabas ahí, es que tuve que salir a comprar algo a estás horas, y con el sueño que tenía no me fijé bien. — tenía sus mejillas rojas de vergüenza, se veía tierno, muy tierno, por lo que no pude evitar reír bajito.

— no te preocupes, yo tampoco me estaba fijando mucho, gracias por ayudarme — tome la bolsa de sus manos y comencé a caminar en dirección contraria.

— es-espera! — me detuve, y escuché sus rápidos pasos venir hacia mi, era raro que para tener un tamaño considerable yo fuera tan rápida, pero creo que era algo de familia. — E-Ela déjame acompañarte a tu casa, esto está muy oscuro como para que te vayas sola —

Yo solo le dedique una mirada fría, como las que usualmente llevaba en la cara. — lo siento Cassian, pero no te conozco de nada, y no me iré a casa con un desconocido, gracias por ayudarme, pero eso es todo, gracias. —

Sin más, me fui, muy rápido.

A quien engañaba, lo conocía muy bien, era Cassian West, pero tampoco era que lo iba a dejar meterse en mi vida.

Fue un mal inicio de algo muy bonito.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora