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Jungkook luego de haber sido casi arrastrado hasta el puesto de algodones, no notó en que momento él otro chico pidió dos cosas que no entendía que eran

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Jungkook luego de haber sido casi arrastrado hasta el puesto de algodones, no notó en que momento él otro chico pidió dos cosas que no entendía que eran.

«¿Eso es un algodón de azúcar? Se ve lindo» pensó Jeon, tomando por el gran palillo a el dulce azucarado cuando Kim se lo extendió.

Pero seguía sin entender. ¿Había alguna forma para comerlo en especial? No podía comerlo así como así. ¿Qué tal si lo regañaban por su falta de modales al comer?

Tenía miedo de ser reprendido, como siempre lo hacían.

Y taehyung notó que algo no andaba bien en ese momento—¿Esta todo bien?—Formuló aquella pregunta con confusión, ladeando un poco su cabeza hacía la derecha.

—Yo.. Uhm, sí—Taehyung no se creyó aquella respuesta para nada. Entonces, se acercó más al joven castaño claro, achinando los ojos, dándole a entender que sospechaba.

—Algo no anda bien, sabes que puedes decirme. ¿Te incómodo? ¿Quieres que me vaya? ¿No te gusta algo del algodón?—Dijo kim, pregunta tras otra. Y eso solo lograba confundir y extrañar más al otro chico.

Aunque Jeon se alertó cuando oyó la propuesta de irse de kim—¡No!—Exclamó jungkook rápidamente, no quería que él chico se fuera, aún no. Quería tener un poco de compañía, aunque sea una vez en su vida antes de volver a ser encerrado—Q-que diga, ahg—Se quejó ante su tartamudear.

"¿Por qué tiene que ser tan difícil hablar con alguien? ¡Estoy tartamudeando! ¡Es absurdo, muy absurdo!» pensó Jungkook.

—Lo siento. Es solo que, nunca en mi vida he probado un algodón de azúcar—Confesó Jeon, logrando hacer que él de ojos azulados casi abriera la boca por la sorpresa.

—¡¿Cómo es eso siquiera posible?!—Exclamó en un tono algo alto, logrando que varias personas que pasaban por allí le vieran raro—Me estas jugando una broma. ¿Cierto?—Dijo Kim.

Y él castaño claro negó—Mi padre me lo ha prohibido desde que tengo memoria, junto con todos los dulces azucarados—Volvió a confesar, triste de recordar como su padre le mataba de hambre con dietas extremas, que hasta el día de hoy, suele seguir usando.

—Pero, ¿Qué clase de padre tienes?—Taehyung analizó bien sus palabras antes de contradecirse de manera nerviosa—No digo que tu padre sea raro. ¡No, no, claro que no! Es solo que.. Nunca había escuchado algo así —Exclamó—Mi padre siempre me llevaba a comprar los dulces que quisiera cuando era un niño.

En ese momento, Jungkook sintió envidia de taehyung.

—Que suerte—Jeon sonrió de manera forzada.

—¿Y tú madre que hace sobre ello?—Exclamó un dudoso Kim.

Jungkook estuvo a punto de contestarle lo que su verdadera madre hacía, hasta que recordó que se suponía que él era él hijo de la nueva señora.

«Rayos» pensó jeon, reprendiendose mentalmente ante tal tontería que estuvo a nada de hacer—Nada en realidad—Mintió, evitando todo tipo de contacto visual con él otro joven.

Tenía miedo de que Taehyung se enterara de quien era, y de que le tratase diferente solo por ser hijo del famoso diseñador, junyung.

Pero lo que no sabía, era que aquellos movimientos eran tomados en cuenta por kim—Ya veo—Dijo él castaño oscuro, mirando que jeon aún no había ni tocado su algodón de azúcar.

—¿Te lo comerás?—Preguntó taehyung señalando el dulce azucarado—Aprovecha la oportunidad.. —Guardó silencio. Ahora que lo meditaba seriamente, no sabía el nombre de aquel chico.

—¡Cierto!—Rascó su nuca con nerviosismo. Iba a darle una mordida a aquel algodón, pero el repentino silencio le hizo detenerse—¿Pasa algo?—Preguntó dudoso.

—Oh, no es nada. Solo.. No sé tú nombre—Dijo riendo algo apenado ante aquello.

Y Jungkook evitó abrir en grande sus ojos. No había pensado algún nombre falso para decirle al chico.

Pensó largos ratos, y justo cuando iba a decir su nombre falso, alguien interrumpió. Todo se fue por la borda en solo unos segundos.

—¿Jungkook?—Exclamó ilusionado un joven de estatura más baja, acercándose al otro que ocultaba sus hebras claras debajo de la capucha de su abrigo—¡Oh Dios mío! ¡Sí eres tú!—Gritó emocionado—¡Es Jungkook!—Volvió a gritar, ganándose las miradas de las demás personas cerca de ellos.

Jeon juraría que estaba más blanco que gasparín. No esperaba ser reconocido en un santiamén.

—¿Te llamas Jungkook?—Dijo él castaño oscuro alzando una ceja confundido.

«Dios, ya llevame»

Pensó Jeon cuando más personas empezaron a acercarse con sus teléfonos, papeles, y cosas en manos a él y su acompañante.

Pensó Jeon cuando más personas empezaron a acercarse con sus teléfonos, papeles, y cosas en manos a él y su acompañante

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Entre fama y harina • kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora