#13. MI HIJA.

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Hace unas semanas salí del hospital, papá y mamá hablaron conmigo sobre ir a terapia psicológica. Me costó mucho trabajo decidirme en aceptar la propuesta, pero se que es por mi bien y por el bienestar del bebé.

Iré a terapia, mis padres la programaron para mi y será el Lunes, dentro de dos días.

Aún no puedo frenar mi tristeza y mis ganas de herirme. Ya lo he hecho un par de veces y mis padres han llegado al punto de guardar bajo llave todo lo que tenga filo.

Me siento muy apenada por ellos. Tratan de cuidarme más yo solo trato de destruirme.

No me siento preparada para hablar sobre estas situaciones tan delicadas con una completa desconocida. A demás, no deseo hablarlo; me mata el hecho de solo recordarlo y no es que lo haga intencionalmente, los recuerdos son tan invasivos que aunque trate de evadirlos ellos simplemente llegan a destrozarte por completo todo tu ser. Quizás este enloqueciendo, pero cuando esto ocurre puedo sentir todo de nuevo físicamente lo que sufrí. Pero tengo que hacerlo, estos ataque de pánico cada vez se vuelven más progresivos. Volviendo la sensación de querer morir.

En cuanto al bebé, mis padres dicen que mi estado de ánimo le hace mucho daño y puede alterar su desarrollo aún más, debido a que mi ingesta masiva de pastillas le provocó algunos daños.

La bebé presenta el labio leporino y no tiene el desarrollo adecuado. Es muy probable que sea prematura comentaron los doctores. Esperemos que cuando nazca no tenga algún problema de retraso mental.

No sabía que estaba embarazada, todos dicen que fue un milagro que el feto permaneciera intacto, pues no ingeri solo un frasco de somníferos, fueron casi dos: el que aún estaba sellado y en que ya estaba a comenzado. No quería fallar en mi cometido.

No voy a negar que siento desprecio y rechazo por el ser que hay en mi vientre, pero es una vida y le daré una oportunidad de nacer. Cuando suceda lo daré en adopción a una familia que en verdad lo ame y pueda darle una vida feliz.

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Centro psicoterapéutico general.

En compañía de mis padres, asisto al centro de atención. Ellos se quedan fuera para esperarme mientras que ingreso a la oficina de psicólogo.

Entro en la oficina de la terapeuta y es mejor de lo que pensaba.

Puedo ver un escritorio levemente adornado y con un pequeño letrero donde está un nombre: Dra. Condoleezza Kalvim: Psicológica clínica y máster en terapia cognitiva conductual. ¿Tiene el mismo nombre que la ex secretaria de estado? Eso sí es extraño.

Al mirar lo demás, me encanta el color de las paredes y el estante lleno de libros ¿Tendrá la saga de Boulevard o los libros de Kathy Cole en su colección? Ojalá tenga El Día En Que Las Estrellas Caigan. Si es así, quizás podamos interactuar sobre ellos ¿O tendrá otro tipo de gustos? Quizás Los Besos de Jacob y Respira Conmigo. Bueno, cuando encuentre la oportunidad le preguntaré, no quiero ser entrometida.

- ¿Te gustan los libros Cristhy?.-  Su forma tan agradable de decirlo me llama la atención. Siento como si me conociera desde hace mucho e inmediato dirijo mis ojos del estante a ella.

- Eh, Si. Me gustan mucho.-  Lo digo un poco apenada.

- ¿Que te gusta leer?.

- Bueno, leo de todo un poco.

- ¿Enserio?

- Si.- Respondo muy entusiasmada.- Los libros de su estantería ¿En verdad los ha leído todos?

¿Por Que Has Cambiado? Cuéntame. ✔[Finalizada]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora