🍒⭐Jotakak Week 2021⭐🍒

Día 6: Kimonos

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- ¡Gane un pez, gane un pez! – grito el pequeño sonriendo enormemente para su madre – mira abuelita Suzzie, logre ganar un pez!

La aludida estaba maravillada. No tenia idea de lo divertido que podrían ser sus vacaciones visitando a su hija y a su nieto durante la época de festivales en el país de oriente. Se agradeció mentalmente por haber ignorado a su marido y disfruto despeinando la azabache cabellera de su pequeño Jojo.

De reojo miro que Joseph sonreía, pero cuando este noto su mirada, giro el rostro haciéndose el tonto.

El encargado del juego entrego cuidadosamente la bolsa con el pez beta a Jotaro, junto con una cajita con alimento necesario para tres días

- ¿A ti también te gusta verdad abuelo? – menciono levantando la voz para que el corpulento hombre alcanzara a ver su contenido

- No estuvo mal muchacho, ¿ya nos podemos ir Holly?

Le costaba estar ahí y no lo ocultaba, su hija, pacientemente sacudió la cabeza

- Les parece que compremos algo de comer antes de buscar una pecera adecuada para el premio de Jojo – sugirió sin dejar de mirar el movimiento de las pupilas de su hijo

- ¡No es un premio, es el mejor pez del mundo! – corrigió el pequeño con un sutil mohín de disgusto en su rostro

- Tienes razón Jojo – sonrió – vamos, apenas hemos llegado y quiero que mires muchas cosas que se que te encantaran mamá

La mayor junto ambas manos y aplaudió entusiasmada, apresuro el paso tomando a su hija del brazo mientras con el otro sostenía parte de esa indumentaria tan hermosa que había conseguido para ella.

Un kimono de color menta con unas pequeñas flores bordadas y un obi de color azul cielo que combinaba con sus ojos. Era la primera vez que se vestía así y Suzzie se sentía de la misma edad o quizás hasta más pequeña que Jotaro. Quien, por su parte, lucía un haori blanco junto a una hakama negra, Holly le había tomado decenas de fotos antes de salir y estaba segura tomaría mas luego de que terminaran los fuegos artificiales. Ella vestía un yukata rosa pálido, muy discreto y elegante

El único que desentonaba en el grupo era Joseph, quien no quiso saber nada del atuendo conseguido por su hija y opto por sus tirantes y chaqueta acostumbrados

- Jotaro no te quedes atrás – dijo estirando la mano para alcanzar a rozar la cabeza del aludido, el seguía en perpetua contemplación de su nuevo amigo

Hasta que se le resbalo de entre los dedos el recipiente de alimento

De manera urgente, regreso unos pasos y se inclino para levantarlo; al incorporarse y por extraño que parezca ya no distinguió la silueta de su abuelo entre la multitud de asistentes

El abuelo se perdió pensó Jojo, porque de alguna manera el ya estaba familiarizado con los lugares clave de ese lugar; y recordó que antes de salir, Holly había mencionado el punto de reunión que tendrían si por algún motivo, llegasen a separarse

O, para ser más específicos, por si Joseph en su afán de culpar a los japoneses de todo, se embobaba con algún puesto o alguna cosa que el nunca habría de aceptar le había gustado.

Suspiro con pesadez, sabía que pasaría, pero no se imaginó que sería tan pronto; así que entre sus ropas acomodo el recipiente para evitar que fuera a caerse de nuevo y se dirigió al área donde estaban los árboles de donde colgarían los deseos esa noche

Tendría que ir con cuidado para no golpear ni sacudir de más, la bolsa de plástico que llevaba en sus manos, o para evitar ser golpeado por algún adulto apresurado por los congestionados pasillos. Sorteo un grupo de chicos que molestaban a otro con una tortuga y que casi consiguen darle un golpe en la cabeza