5. Piedras en tu ventana

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— ¿Akina engañó a Kisaki con Mitsuya-Kun? No la culpo, teniendo como esposo a ese cretino... — decía Takemichi enojado.

— Si, aunque... No entiendo porque Mitsuya no me contactó cuando salió de prisión, yo creí hasta ayer que seguía preso. Resulta que iba a ser padre... Dios, que triste. — dijo Hakkai.

— Haré que tengan a su bebé, solo necesito salvarlos en el pasado, pero...

— ¿Pero?

— ¿Cómo lo haré? Sinceramente no tengo idea de que hacer, Hakkai. — dijo Takemichi conteniendo las lágrimas.

— Puedes hacer que Akina y Kisaki jamás se conozcan...

— Demasiado tarde, ellos ya se han conocido. — dijo llorando y Hakkai lo miró harto.

— Puedes hacer que se olviden mutuamente... ¡No! Eso solo incrementaría las ganas de Kisaki.

— Ella dijo que Kisaki la estaba engañando, pero en cuanto mencioné al bebé ella esquivó el tema. — dijo Takemichi más tranquilo.

— Eso podría confirmar que ella sabía a la perfectamente que el bebé era de Taka-chan. — dijo Hakkai escribiendo en su libreta.

— Y... ¿Kisaki los descubrió? Él mismo me ha dicho que fué el abogado de Mitsuya-kun, ¿Podría tener algo que ver?

— Quizá, ¿Sabes por qué Taka-chan entró a prisión? — Takemichi negó. — Fué por secuestro, aunque nunca se encontró nada de pruebas sufrientes como para culparlo, por eso solo le dieron nueve años en prisión. — Hakkai le mostró algunas noticias de internet.

— ¿Kisaki el abogado de Mitsuya-kun?, ¿Aún sabiendo lo que él y Akina fueron en la adolescencia? Honestamente es sospechoso, ¿No lo crees? Kisaki hubiera pasado por alto el caso de Mitsuya-kun.

— Creo que tienes razón, las primera vez que dijiste que Akina murió fue porque la secuestraron, ¿No?

— ¿Eh? Realmente no estoy muy seguro, Hakkai. Solo dije que encontré su casa destrozada después de que se anunciara en el noticiero.

— ¿Pero sabes si Akina terminó con Taka-chan? Quizá... Kisaki siempre estuvo detrás de la muerte de ambos.

— No lo sé, no la veía desde que salimos de la secundaria. La verdad creo ellos terminaron luego de eso.

— ¿Y si nunca terminaron?

— ¿Qué estás tratando de decir, Hakkai?

— Quiero decir que recuerdo cómo Taka-chan estuvo a punto de dejar la Toman por Akina aunque nunca la dejó, supongo que fué porque terminó con ella.

— ¿Quieres que haga que nunca terminen y así Mitsuya-kun deje la Toman?

— Sí... Si es por su seguridad, intenta que deje la Toman antes de que Kisaki entre en ella.

— Lo intentaré...

Takemichi estrechó la mano con Hakkai y cuando se dió cuenta estaba frente a Hinata.

***

— Gracias por traerme a casa, Mitsuya-kun. Lamento haberte molestado. — decía Akina sonrojada.

— No es una molestia... Te vendré a buscar mañana.

— Mañana es sábado.

— Lo sé, nos vemos. — subió a su moto y se fué.

Akina entró a su casa y lo primero que vió fue a Takemichi.

— ¿Huh, hola?

Él no respondió y se fué sobre ella para abrazarla.

— Estos días estás bastante raro, Takemichi. — dijo ella y Takemichi se separó con lágrimas en sus ojos.

— No es nada, solo quería abrazar a mi hermana.

— Si, supongo que un abrazo no hace mal. — Akina lo abrazó de nuevo.

— Gracias por ser mi hermana.

— Ya, ya, guarda tu cursilería para tu novia. Me voy a dormir. — ambos se separaron y Akina fué a su habitación.

***

La linda mañana del sábado comenzaba y Akina despertó sola en casa, sus padres salieron y Takemichi fue a una cita matutina con su novia. Simplemente le quedaba esperar a Mitsuya.

Tendía su cama cuando un sonido en su ventana la hizo asustarse. El sonido volvió segundos después y se dió cuenta que eran pequeñas rocas que había en su patio. Se acercó a la ventana para ver al causante siendo ni más ni menos que Takashi Mitsuya. Él sonrió cuando lo vió y la saludó alegremente. Akina abrió la ventana y también le sonrió.

— ¿Piedras? — habló por primera vez Akina.

— Pienso que es algo romántico. — dijo el chico aún sonriente.

— ¿Romántico? — preguntó desconcertada.

— Si... Bueno, olvídalo. ¿Estás lista? — Akina negó — ¿Puedo ayudarte? Ya sabes, soy muy bueno con la moda. — Akina rió y señaló la puerta.

Mitsuya se dirigió al lugar señalado y en cuestión de segundos Akina ya le había abierto.

— Perdón, aún estoy en pijama.

— Es una pijama muy linda, Akina-chan. — Akina se sonrojó.

— Bueno, ¿Vamos a mi habitación?

— ¿Puedo entrar a tu habitación? — preguntó él antes que nada.

— Por supuesto, Mitsuya-kun.

Al llegar Mitsuya observó rápidamente toda la alcoba la cual se veía bastante cómoda. Akina abrió las puertas de su armario dejando sorprendido a Mitsuya, era demasiado ropa y tenía miles de ideas.

— Vaya, toda tu ropa es muy linda.

— Gracias...

Él formó tres conjuntos de las cuales Akina escogería uno. El primero la convenció. Una falda de mezclilla, una blusa de tirantes rosa y un suéter blanco. Mitsuya salió de la habitación de la chica para que ella se cambiara.

Al final solo tomó un bolso y salió para que él la viera.

— ¿Te gusta como me veo, Mitsuya-kun?

— Oh — él estaba completamente sonrojado —. Te ves realmente linda, lo digo en serio — dijo para después mirar a otra parte.

— Gracias... ¿A dónde iremos?

— Huh, tengo dos entradas al cine, ¿Quisieras ir conmigo? — dijo sonrojándose aún más.

Ella también se sonrojó.

Sí me gustaría.

Mitsuya sonrió y tomó su mano tímidamente para salir de su casa e irse en su moto.

— Recuerda abrazarme para no caerte...

Traitor ;; Mitsuya TakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora