Capítulo Uno: Heridas

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𖣯 𓈈 ꒺ 𝑨 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒆  ִֶָ ݁ ୨୧

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Capítulo Uno

La joven Michelle bajó del coche tomando su mochila para después colgarsela. Antes de irse escuchó la voz de su madre despedirse de ella, a lo cual simplemente la ignoró y caminó hacia el edificio.

Michelle Rojas, una joven bastante inteligente y segura de si misma. Una de las mejores en la escuela. Alegre, bromista, amable y que siempre piensa en los demás antes que ella, algo que considera un defecto, sin embargo no lo elimina.

Subió la acera para después subir por aquellas escaleras que te adentraban a la escuela. Veía a sus alrededores notando como todos estaban en sus celulares, como algunos se besuqueaban o charlaban. A su izquierda vió a Natalia junto con María, la última le hizo un gesto de saludo mientras que la otro simplemente bajó la mirada, Michelle saludó solo a María con el mismo gesto que le había hecho ella, siguió su camino hasta los casilleros, ahí empezó a guardar algunos de sus libros para no tener que cargar con ellos.

Escuchó un fuerte azotón de su lado izquierdo, estaban Gerry, Darío, Ernesto, Luis y Sofía, la rubia miraba aquella escena sin disimular mientras cerraba su casillero y le colocaba el candado. Sabía que Gerry molestaba a Luis y al parecer Sofía estaba tratando de que lo dejaran en paz. No podía escuchar muy bien la conversación sin embargo no quería entrometerse tanto. Al fin de cuentas no era su problema.

—¿Hablabaste con Natalia? —llega a su lado derecho María recargándose en los casilleros, esto provocó que Michelle saltara del susto.

—Ella tiene que hablar primero, no yo —se excusa comenzado a caminar siendo seguida por su amiga.

—Mich, wey, sabes como es, es muy orgullosa —la rubia para en seco y voltea a verla.

—Ese es su problema —cruza de brazos—. Debería dejar de serlo —continuó su camino dispuesta a terminar aquella conversación.

[•••]

La chicharra había sonado indicando que las clases habían comenzado. Alumnos y alumnas empezaron a ir a sus salones. Michelle caminó a su aula, al llegar ingresó. Su mirada se colocó en el lado derecho justo en la primera mesa en donde se sentaba antes con Natalia, obviamente no quería estar ahí. Miró por todo el lugar esperanzada por encontrar otro lugar, lo había hecho, un sitio vacío a lado de Raúl.

—¿Puedo sentarme? —pregunta tímidamente la chica una vez llegando a la mesa.

—Claro —acepta el joven quitando su mochila de la silla permitiendo que la chica pudiera sentarse.

PERFECTION • Control ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora