•Carta IV•

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"En las sombras renacientes. Recae la luz eterna y suave, recorre los pasajes, ocultos a los ineptos, esa luz que suaviza tus mejillas (enrojecidas), las cuales son parte de la perfecta conformación de tu rostro, sonrisa y puertas del alma.

Tu nivea piel compagina maravillosamente al caminar por los anchos senderos del bosque, tu sedoso cabello, que nunca he podido apreciar ni sentir, tu refinada figura, tu vigoroso pecho e incluso el estrado de tus pies.

¡Oh milagrosos tiempos finitos!
¿Sería mucho pedir una ínfima cantidad de este contigo?

Somos una noche eterna tu y yo.

Los brillantes astros solo son testigos de las vacías noches que paso cosechando migajas que dejan las plagas, recordandote, retratandote y muriendo en la miseria.

Tus labios repampanantes y joviales, resaltan de entre tu ser. Piel de porcelana. Esclarecer humano, poco convencional y lleno de sorpresas.

Quiero ser el calor para despertarte.
Puedo reinventarme y ser parte de tu ser.
En la orilla del mar quiero contemplarte.
Y volar en el viento, ser parte de tu ser.

[Cálido] compartir energía calorífica en los gélidos inviernos y ventiscas que arremeten estos, uno a uno, han pasado solo en mi imaginación. Quizá nunca pueda probar tus labios, o quizá… tan solo quizá, la estadística esté a mi favor.

Mientras tanto estaré en vela, esperando poder verte alguna vez a la distancia, y que no sea una ilusión, un pasado. Solo un mero."

~Lovely

Yoongi sostenía entre sus manos la carta que encontró esa mañana en el lugar habitual, ésta era larga y compleja a comparación de las anteriores.

Su favorita, sin duda alguna.

No recibió una respuesta concreta sobre el encuentro que el mismo organizó, a pesar de eso se dirigió con nerviosismo (y un poco de retraso) al lugar acordado en su carta, acompañado solamente con la esperanza de encontrar a quién tanto deseaba conocer una vez llegara al lugar.

Conforme se iba acercando comenzaba a ver una silueta femenina a lo lejos, haciéndose más clara cada vez, la chica más linda del colegio se encontraba parada frente a sus ojos, sin embargo, el peli negro no se encontraba ni un poco emocionado, estaba más bien desconcertado.
La chica en el punto de reunión era hermosa, sí, pero su novia no se quedaba atrás y eso tenía al joven realmente confundido.

La observó por un muy breve momento hasta que se dió cuenta de la situación.

Con falsas esperanzas y sin muchas ganas volteó lentamente a un lado, solo para confirmar sus sospechas; allí, en el punto de reunión, un poco más atrás de la bella joven, pudo ver a Park Jimin, el autor de las cartas y único amigo de la peli negra, el más joven sostenía su uniforme con ambas manos, nervioso, asustado, ansioso... enamorado.

El peli negro quería morirse ahí mismo, escapar, eliminar toda evidencia, hacer que todos lo olviden... que él lo olvide.

Lentamente y con la cabeza mirando al suelo se acercó a la amiga del autor para susurrarle un casi inaudible "Lo siento, yo no soy así" y se fue, sin más, ignorando por completo al chico que escribía las cartas que cautivaron al pálido chico.

"Que nadie se entere" pensaba mientras huía de aquel lugar, nervioso, asustado, ansioso...

Ojalá, en un futuro. [Y.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora