𝐎𝟒彡 🥞𝐀𝐌𝐎𝐑

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Cruzó a pie hacia el hospital y decidió comprar el periódico en la papelería cercana a su consultorio. Se quedó parado mirando el escaparate de los libros. Había uno que le llamó la atención. “Hashirama Senju”, ¿Hashirama Senju era el autor? ¿Era el mismo Hashirama que vivía con él?

Entró y solicitó el libro. Era una novela gruesa y de portada llamativa. Pagó y salió rápido, sintiéndose confundido. Se quedó en la acera viendo el libro.

Estuvo toda la mañana en el hospital y, a ratos, cuando podía y quedaba libre, leía. Era una novela corriente, pero escrita con una literatura especial, fresca y actual. La historia de una pareja, una vida... y lo que leyó en la carpeta el otro día.

El día nunca había pasado tan largo, ni siquiera tuvo tiempo para ir a comer. Los problemas eran más y más, sabía que pensaban en él para ser el director del hospital y claro que quería ese puesto. Por eso trabajaba tanto. Al anochecer, llegó con el libro en mano y entró en la casa. Sus hijos, como casi siempre, ya dormían.

—Los he bañado, ya cenaron y están en la cama —informó Hashirama.

—¿Y esto, Hashirama? —meció el libro enfrente de su cara. El castaño retrocedió, el Uchiha tenía un aura algo oscura y maligna, como si fuera a invocar una armadura gigante en cualquier momento y aplastarlo con ella.

—Ah. Lo siento, Madara.

Era la primera vez que decía su nombre de forma afectada y se sintió turbado.

—¿Por qué no me dijiste que escribías?

—No lo consideré oportuno ni necesario, perdóneme...

—Siéntate, Hashirama —se sentó a la mesa, en la cocina—. Ya me darás la cena después. Háblame del libro.

—Soy escritor... —juntó sus dedos tímidamente y agachó la cabeza, lo cual le pareció internamente bello al azabache.

—¿Y eres empleado de hogar? Está muy rara la cosa.

—Es muy largo de contar, ¿sabes?

—Me parece que todo lo que me has contado es una mentira.

Y eso le dolía porque, ¿y si se había enamorado de la máscara y no del verdadero Hashirama? Tenía miedo de que no resultara y veía una pequeña oportunidad de volver a empezar, de sentirse amado, de amar... ¿Y si todo era una mentira?

—Puede que si, alguna le he dicho... pero hay una que no. Cuando la agencia me envió aquí, yo no tenía hogar ni dinero, eso es cierto. Era escritor, sí, pero, ¿y qué? También soy licenciado en sociología... pero ni eso ni la escritura me daban para comer entonces. ¿Me entiendes?

—No, sigo sin entender.

—Bueno, cene usted y yo hablo mientras tanto. En verdad tengo que hacer un examen de conciencia, pero le aseguro que no le haré nada malo a usted ni a sus hijos. Vine de turista, gasté mi dinero y ya no pude volver, patético, ¿no? Me llevó tiempo que mis documentos estuvieran arreglados, no quería estar ilegalmente.

—¿Pero no tuviste una colocación?

—No... mejor le sirvo la cena.

𝐀𝐋𝐌𝐎𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | hashimadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora