Capitulo 2

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Sorpresas!

Al terminar la escuela Valentina llevo a casa a Jimena y en cuanto se bajó, aceleró lo más rápido para llegar pronto a su departamento donde se encontraba Romina esperándola con una "sorpresa".

Valentina en menos de 5 minutos ya estaba en el lobby de el edificio, acomodó su auto en el estacionamiento, junto al elevador, y subió lo más rápido que pudo para llegar a la puerta de su departamento.

Una vez ahí, estaba tan nerviosa, no sabía que iba a pasar y tampoco sabía que decir, como era de esperarse. Tomó valor y abrió la puerta quedando de frente con la figura de aquella chica alta que le daba la espalda.

V: Hola, ya estoy aquí!
*Dijo dejando su mochila y su suéter en el perchero*

R: Bien, ¿Qué tal... La escuela?

Romina parecía bastante nerviosa, pues si le cortaba la voz y tartamudeaba de vez en cuando.

V: Bien, todo bien.

R: Me alegro mucho!

V: ¿Y qué haremos? 

R: Es una sorpresa doble, pero antes ve a cambiarte a tu cuarto, en la cama está tu ropa.

V: Bien, ahora vuelvo.

R: Sí, espero te guste lo que escogí.

V: Viniendo de ti, ten por seguro que lo voy a amar.

Valentina se dirigió a su cuarto para cambiarse con la ropa que Romina le había escogido, pero no solo la había escogido al azar, todo tenía un porque.

V: ¿Qué? ¿Me compraste... Un traje?
¿Por qué? Es decir... Me encanta! Pero no tenías porque.

R: Me alegro que te haya gustado!

V: Gracias, está muy bonito.

R: Sabía que te gustaría en azul, ¿Es tu color favorito, no?

V: Sí, pero... ¿Cómo... Cómo sabías?

R: Es mi deber saberlo.

V: Está bien, ahora me voy a cambiar.

R: Sí.

Valentina estaba muy emocionada y muy nerviosa pues no sabía que era esa "sorpresa" que le tenía preparada aquella chica. Terminó de cambiarse y se maquilló un poco para salir y mostrarle a Romina como se veía.

R: Wow, te ves muy bonita.

V: Muchas gracias!

R: Bien, ahora vamos a la segunda parte de la sorpresa.

V: ¿Y a dónde vamos?

R: Vamos a comer en un restaurante, pero no diré más.

V: Está bien.

Las dos se fueron en el auto de Valentina, pero está vez la que iba manejando era Romina pues era ella la que sabia con exactitud donde ir.
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Libro a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora