Prólogo

1.5K 170 14
                                    

Un día más para muchos, pero para Izuku Midoriya era el más importante de su vida. Y no era para menos, porque si bien cargaba ahora con un poder que conllevaba una enorme responsabilidad, ahora tenía otro asunto que atender. Uno que no se podía resolver que fuerza bruta, sino con el enigma que se formaba dentro de su mente y corazón.

Era un tema que ya necesitaba una respuesta definitiva, después de todo, contener aquellos sentimientos que esa chica que estaba en sus suspiros, inundaba sus más preciadas memorias, aceleraba su corazón, calmaba su mente, estaba ahí para él siempre, fuera escondidos por más tiempo. Solo desencadenarían en un indeseable escenario.

—¿Por qué las dos? —preguntó al aire mientras corría a toda velocidad para sentir que se perdía por tan solo un momento.

Atravesó las calles de Musutafu en poco tiempo, las llamadas de sus amigos al teléfono sonaron pero finalmente cesaron. Fue hacia una florería y compró un ramo de flores, su alma gritaba de gozo, hoy era el día en el que destaparía y dejaría fluir sus más sinceros sentimientos.

—Muchas gracias —abrió la puerta y volvió a correr.

A medida que se acercaba al lugar de encuentro sus pies temblaban más, como si en cualquier momento le fueran a fallar, e sentía extraño.

—Me temblaron menos los pies cuando combatí contra Shigaraki, vaya futuro héroe número puedo aspirar a ser si ni mantenerme firme puedo —golpeó sus extremidades inferiores para darse fuerzas de una u otra manera.

Las personas que Izuku esquivaba para evitar estrellarlas se giraban para reclamar por la rudeza con la que el chico atravesaba las concentraciones de personas, pero se quedaban calladas al ver como el peliverde pasaba de largo con una sonrisa y aquellas flores. Sabían que hoy era ese día.

Además era el aspirante a héroe más conocido de la U.A. su imagen era asociada sin querer a la de la prestigiosa academia.

Sin evitar detallar en otras cosas de su camino observó a sus costados los árboles de cerezo. Estaban en su máximo esplendor para admirarlo antes de que iniciaran su deterioro, hasta que renacieran el otro año.

Izuku ya cada vez más entusiasmado aceleró aún más el paso hasta que finalmente dejó de correr, cada vez iba más lento hasta que se detuvo por completo. Giró hacia su costado derecho y se encontró la calle en donde se le dijo que podía ser héroe. Aquella chica lo esperaba con una mirada que hizo en el interior del noveno portador del One For All, una reflexión de todo lo que lo había conllevado a llegar hacia este punto.

El peliverde se acercó a su amiga a paso lento y le quitó un hoja de cerezo que había caído sobre su cabellera. Izuku solo cerró los ojos preparado para lo que venía a toda velocidad, pero que estuvo alargando desde hace un tiempo.... Su confesión.





































Corto pero lleno de cosas, espero les guste esta forma de iniciar la historia. Si se preguntan quién es la chica a quién Izuku se le confesará pues eso es algo que se revelará a medida que avance la trama de la historia.

Gracias a los que esperaban esta historia, esto es para ustedes cabros....

Continuará...

GottoCatch

Fuera del heroísmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora