THRILLER - MONSTA X

Capítulo 3: Oscuridad

El departamento era oscuro y frío. Los ventanales estaban forrados con bolsas de basura y periódicos viejos. Wonho se había cerrado la chaqueta hasta arriba y Minhyuk no dejaba de temblar por la corriente de aire que se hacía entre la puerta principal y el balcón. Toda la casa expelía un desagradable olor a cloro y los focos estaban quemados, envolviéndolos en una pesada oscuridad. Los flashes de los fotógrafos y las linternas led de los peritos empezaban a poner nervioso a Minhyuk, quien no dejaba de mirar aquel bulto que se asomaba por la esquina del pasillo. De la habitación contigua se asomó el Comisario Sato, señalándole a ambos que se acercaran. Wonho condujo al detective con una mano en su hombro, como recordatorio que se mantuviera presente. Al detective Lee le temblaban las piernas desde que se percató que el homicidio había ocurrido en su sector, pero al ver el cuerpo desnudo y azulino de la joven en el suelo, abierta de piernas y con el cabello mojado, una parte de su cerebro se apagó.
El Comisario les pidió a los peritos que salieran un momento, dejándolos a solas.

—Oficial Hoseok, por favor abra las cortinas—dijo Sato, mientras rodeaba la cama matrimonial para reubicar las linternas. Wonho obedeció automáticamente, como queriendo silenciar esa parte de él que el Comisario había perdido hace tiempo. Al correr las cortinas, se sorprendió al ver la ciudad y las negras nubes de lluvia tras la ventana.

—Comisario, esta no está cubierta.—dijo el oficial, pero este no le respondió. El viejo reubicaba las linternas alrededor del cuerpo sin prestarle mucha atención. La punzante luz blanca resaltaba la piel grisácea de la muchacha, cuyos ojos entreabiertos miraban suplicantes hacia el oficial Hoseok. «¿Cómo nadie te salvó?» pensó el pelinegro. Los escasos rayos de luz que entraban por la ventana le daban una mejor perspectiva. Tratando de distraer su nublada cabeza, Minhyuk se quedó observando la habitación. Era bastante amplia y elegante, desde el papel tapiz hasta la funda de las almohadas. El piso estaba alfombrado y la decoración contrastaba completamente con el resto de la casa.

—Parece que era un lugar especial...—dijo Minhyuk. Con la respiración entrecortada, se arrodilla junto a la víctima para revisarla. Moretones negruzcos le rodeaban el cuello y las rodillas.—Comisario, ¿cuál dijo fue la causa de muerte?...

El detective lo miró a su lado. Sato tomaba muestras de las uñas de la víctima con un isopo, ignorando completamente a ambos.—Quiero que revisen toda la habitación y me digan qué encuentran sobre esta mujer.—dijo entretanto guardaba el isopo en una bolsa plástica—Se aparenta un suicidio común, pero nuestra víctima no parece ser del todo común, así que necesito que me digan qué pueden deducir.

Vacilante, el oficial Hoseok le pregunta—Disculpe Comisario, pero ¿qué se supone que veamos que los peritos no hayan visto?—El viejo le sonrió a la luz de las linternas, esperaba esa pregunta.

—Se hacía llamar Sara Logan Drake, 27 años de edad y se mudó hace seis meses al vecindario. Fue encontrada anoche por su vecina, quien tenía la costumbre de llamarla para conversar, pero nunca se interesó en hablar con nadie realmente. No se relacionaba con ningún otro vecino del departamento.

—Muy similar al ostracismo o ansiedad social, quizás pasaba por algún cuadro depresivo...—El detective notó múltiples cicatrices alrededor de los muslos de la muchacha, ordenadas paralelamente una tras otra. «Llevaba meses pensándolo», Minhyuk tragó en seco.—Dígame Comisario, ¿por qué esto no puede ser un suicidio?

—Ambos podrán ver que sus cicatrices hablan por sí mismas, así como su extraño comportamiento evitativo— El viejo levantó uno de los brazos de la víctima, dejando a la vista una larga sutura cicatrizada.—Se puede acercar si quiere, oficial Hoseok.—Desde su esquina, el pelinegro aparentó no escucharlo, pero es que la deprimente mirada con que la chica abandonó este mundo, de alguna forma suplicantes a la única ventana que dejó abierta al exterior, sólo lo volvía más horroroso de mirar. El detective ya había notado esa mirada en su amigo.