Adaptación...
Fue una de las primeras cosas que aprendí aquí en la tierra, para los humanos era casi un lema, un estilo de vida. Alardeaban de que la raza humana a través de la historia había aprendido adaptarse a su entorno que incluso inconscientemente lo seguían haciendo ante cualquier situación, estaba en sus genes. Pero yo no era humana, era Kriptoniana, el cambio era molesto y no tenía deseos de adaptarme, no los tuve cuando llegue a la tierra y no los tengo ahora, era difícil sentir deseos de adaptarte cuando solo sientes vergüenza por tu situación actual.
Era consciente de las miles de personas que eran ciegas en la tierra y en como cada una tenía su propia historia y su propia lucha, pero lo mío era diferente. El protocolo Triksta fue diseñado para quitar el honor, para que los demás te trataran como paria y el afectado sintiera vergüenza y eso era lo que sentía, vergüenza... por más que quisiera evitarlo. Alex y los demás intentaba que saliera, que me adaptara a esta nueva vida, pero cada vez que pensaba salir sentía vergüenza de que alguien me mirara, como si pudieran reconocer que esto fue por el Triksta y tuvieran que tratarme mal; esa también era una de las razones por las que no le había dicho nada a mi mamá en Argo, tenía miedo de que me repudiara, ella era jueza sabría que esto se trataba del Triksta.
Cuando era niña había escuchado historias de soldados sometidos al Triksta, decían que muchos no esperaban que el Triksta los matara lentamente, sino que preferían quitarse la vida con sus propias manos para evitarse la vergüenza. Muchos no los culpaban porque ¿Quién iba a querer pasar sus últimos meses de vida solo? Era común que tu casa te diera la espalda, que tu gremio te relavara de tu cargo y si habías encontrado a tu alma gemela esta también te abandonase, fueron pocos los casos en el que las almas gemelas se quedaron con los afectados hasta sus últimos días, lo común era que los abandonaran y fueran al consejo esperando que los emparejaran con alguien más que hubiera perdido su alma gemela. En mi caso mi familia y mis amigos no me habían dado la espalda, pero mi alma gemela si me había abandonado, Lena me había abandonado.
Había días en los que despertaba y me preguntaba si Lena estaba bien, si había almorzado, sí estaba estresada por alguna junta o sí alguien la estaba protegiendo. Esto ultimo era lo que más me asustaba, tenía miedo de que ni la policía ni la Deo la estuviera protegiendo y que un día prendería el televisor y escuchara en las noticias de que alguien la asesino, y que nadie estuvo ahí para evitarlo. Ese pensamiento me daba nauseas, pensar en Lena muriendo sola y sin nadie que le diga lo especial y amada que es, me daba ganas de ir a L-corp a buscarla y rogar de nuevo por su perdón, aunque ella no me quisiera ver. A veces me preguntaba si ella pensaba en mí, si se arrepentía de lo que había hecho, quería tener esperanza.
Estaba sentada en el sofá escuchando la televisión, la semana anterior me había mostrado reacia a siquiera prenderla sentía que no tenía sentido porque no podría ver lo que estaba pasando, pero Alex dijo que por lo menos lo intentara que no era sano dormir todo el día así que ahora pasaba gran parte de mi tarde escuchando series de Netflix, agradezco al que invento el audio descriptivo.
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Tus ojos (Supercorp)
FanficLena descubrirá que la venganza aunque dulce al principio puede terminar con un sabor muy amargo. Ojo por ojo ¿no? Una vieja frase muy conocida tanto en la tierra como en Kripton. Las imágenes y personajes no son de mi propiedad, créditos a quién co...