CAPÍTULO II

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-¡Papá! El desayuno está listo- gritó un joven desde la cocina.

-Ya voy!!! -

-Tarble, siéntate a la mesa, tu desayuno ya está servido-

-Sí!- dijo un niño corriendo desde la sala al comedor.

Ya habían pasado cuatro años desde aquel funeral, las cosas habían ido muy bien, se mudaron de vecindario, se hicieron nuevos amigos y dejaron su vida pasada atrás.

-Papá, ten - dijo poniendo en la mesa un plato con hotcakes y tocino, un jugo de naranja y el café de siempre.

-Gracias hijo-

-Vegeta, hoy es mi primer día de escuela! - Dijo feliz el niño -¿irás por mí  después?-

-Claro que sí, como olvidarlo- dijo sonriente el peli flama mientras preparaba tres cajas de almuerzos.

-Papá, llegarás tarde al trabajo- tomó el bolso de su padre y metió la caja de almuerzos y se la dio.

-Tienes razón- dijo el mayor tomando el bolso y poniéndose el saco que su hijo le dejó en el respaldo de la silla.

-Espera papá, tu corbata- entonces se la acomodó, -listo- dijo complacido.

-Que haria sin ti- dijo sonriente su padre, besó la mejilla de su hijo.

-Seguramente ir siempre al trabajo con la corbata chueca- dijo Vegeta entre risas, dando también un beso en la mejilla a su padre como despedida.

-Nos vemos en la tarde, adiós Tarble- dijo despidiéndose de su hijo menor, entonces se fue.

Los chicos terminaron de desayunar, Vegeta limpió todo y alistando a su hermano, tomó su mochila y las llaves del auto.

-Vámonos Tarble, no querrás llegar tarde- dijo extendiendole la mano a su hermanito.

Y así ambos se fueron a la escuela. Tarble estaba en el jardín de niños, se despidió de su hermano con un beso en la mejilla y se fue corriendo. Su hermano mayor no se fue hasta que vio a la maestra recibirlo y entrar al complejo, entonces subió a su auto y se fue.

Vegeta es un chico de 16 años, buen estudiante, bueno en deportes, desde la muerte de su madre se encargó de su hermano y de su padre, a pesar de tener solo 12 años en aquélla época, supo que debía cuidar a su familia, lo dedujo al ver a su padre hecho un lío con las cuestiones del hogar, cuando olvidó una vez a Tarble en el supermercado, cuando quemó incluso el agua, eso fue algo impresionante y muy risible, cuando confundió el tarro de la sal con el azúcar, cuando casi quemó la cocina al tratar de calentar una sopa  que la vecina amablemente les había preparado, desde entonces supo que el único que podía hacer este trabajo era él.

Desde entonces, él ha hecho el papel de madre, de ama de casa y maestra para el pequeño Tarble, esto dio un gran alivio a su padre, que tomó la decisión de mudarse de vecindario y cambiar de trabajo para volver más temprano a casa, eso sería un nuevo comienzo.

Y la familia Saiyan era feliz.

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-Vegeta! - Saludó sonriente y siempre eufórico, abrazando a Vegeta por la espalda.

-Buenos días, kakaroto- saludó de forma fría el peli flama mientras buscaba unos libros de su casillero.

-Por qué eres tan seco conmigo- dijo haciendo un puchero.

-No te comportes como un crió, además ¿en que lógica cabe que alguien pueda hablar seco? O ¿has visto hablar a alguien de forma húmeda? -

-Solo es una forma de decirte que eres muy simple conmigo- dijo poniendo ojitos de cachorro.

Edipico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora