7.Confesiones

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Los últimos cuarenta y cinco minutos del partido apenas habían comenzado y los chicos parecían estar mucho mejor que en los primeros. Los pases iban perfectos, marcados y con decisión.
Mi tío no paraba de moverse de un lado a otro gritándole indicaciones a los jugadores mientras Oyarzabal y yo seguíamos la pelota atentos

-Venga por favor-Susurré para mí

-Lo van a conseguir-Afirmó Mikel cogiendo mi mano

Cada vez que los chicos se acercaban a la portería apretaba más el agarre de Mikel, ambos estábamos muy nerviosos y no era para menos.

No fue hasta que Pedri cogió el balón y decidido empezó a subir que Mikel y yo nos levantamos emocionados. Todo pasó demasiado deprisa, Pedri a Morata, Morata de nuevo a Pedri y un último pase del canario al madrileño ocasionando que este ultimo anotara el gol que nos hacía quedar empate con los polacos

-¡Gol!-Grité saltando encima de Oyarzabal el cual me sujetó con fuerza por la espalda correspondiendo mi abrazo con el mismo entusiasmo

Me separé de él mirando hacia el campo donde todos los chicos estaban encima de Morata, por unos segundos el madrileño me miró y yo me limité a dedicarle mi más sincera sonrisa mientras me dejaba caer de nuevo en el asiento.

Finalmente el partido terminó 1-1 y pudimos salvarnos de momento, ya que todos sabíamos que si no ganábamos el próximo partido contra Eslovaquia quedaríamos eliminados de esta Eurocopa. Pero ahora nos centrábamos en ese empate que nos hacía mantener la esperanza.

Bajé junto a Mikel hacia los vestuarios, entré sin problema ya que ellos acababan de llegar y esta vez no tendría la posibilidad de encontrarlos cambiándose. En cuanto entramos todos nos miraron pero yo me centré el correr hacia el madrileño que no tardó nada en cogerme en brazos para abrazarme

-Álvaro ha sido increíble-Confesé aún abrazada a él

-Gracias-Me separé de él y le sonreí

-¿Los demás no hemos sido increíble?-Marcos me miraba haciendo un puchero

-Claro que sí Llorente-Reí-Todos habéis hecho un partidazo-Sonreí mientras repasaba al equipo con la mirada

Mi vista se paró en Unai, el cual me miraba más serio de lo normal, ¿Ya estaba otra vez igual? Hace apenas 45 minutos que habíamos hecho las "paces" y ya estaba mirándome así. El vasco se dio cuenta de que le miraba y nuestros ojos conectaron, ¡Maldito portero de ojos marrones! Cada vez que le miraba a los ojos mi mente colapsaba, era como si no tuviera el control sobre mi cuerpo y este solo quisiera acercarse a él. Por suerte supe controlarme y antes de liarla más desvíe mi mirada hacia el suelo

-Os dejo que os cambiéis-Hablé-Os esperaré fuera-Añadí justo antes de salir del vestuario hacia la salida

Podría deciros que salí del vestuario directa a la salida pero para que mentiros, me volví a perder. Sentía que había pasado por el mismo pasillo mínimo treinta veces ya, pero tampoco conseguía salir a otro diferente

-¿Otra vez pérdida?-Una voz familiar sonó a mis espaldas haciéndome girar-Si es que no se te puede dejar sola, morena-El Vasco reía mientras yo me acercaba a él

-¿Ya estás de mejor humor?-Me cruce de brazos en frente de él-Como hace un rato parecías enfadado...-Explique

-Era por el partido-Sonrió sin mostrar los dientes y no me quedó otra que creerle

Me acerqué a él sin saber muy bien lo que iba a hacer pero finalmente le abracé tomándole por sorpresa

-Has hecho un partido muy bueno-Felicité

Después de unos segundo sentí por fin sus brazos rodeándome

-Gracias nena-Sentí como sonreía

La escena sería bastante graciosa vista desde lejos ya que Unai era bastante más alto que yo,y mientras que mi cabeza estaba en su pecho él apoyaba su barbilla en la mía.

Me separé quedando aún bastante cerca de él, ambos nos mirábamos y la situación era bastante rara, el espacio entre nuestros cuerpos era mínimo pero en cambio nuestras caras estaban bastante lejos

-Deberíamos irnos-Susurré aún pegada a él

Pude ver como su cara cambiaba a una de fastidio para después separar sus manos de mi y así que ambos comenzáramos a andar, aún que yo más bien le seguía a él. La situación estaba dominada por un silencio que ya se había vuelto un tanto incómodo, por lo menos hasta que el vasco decidió romperlo

-Te vi con Oyarzabal-Soltó de repente

Y fue en ese momento que mi cerebro tuvo un pequeño "click",ya entendía el porque de su mirada en el vestuario

-Así que era por eso-Reí bajo su atenta mirada-¿Te molestó lo de Oyarzabal?

-¿Por que tendría que molestarme?-Se encogió de hombros aún mirándome

-Te recuerdo que la última vez que hablamos discutimos exactamente por eso-Le recordé mirándole divertida

-¿Y qué quieres que te diga?-Preguntó mientras girábamos hacia otro pasillo

-La verdad-Pedí algo cansada ya-Estoy harta de que estemos bien y te vuelvas frío de golpe-

-Esta bien-Se paró quedando en frente de mi-¿Qué te digo? Qué no me gusta verte con Mikel, que no me gusta verte cerca de otro tío, que cada vez que te veo lejos de mí se me cae el mundo, que toda la primera parte del partido he estado ausente porque tu no estabas-Empezó a hablar demasiado rápido acercándose más a mi-¿Quieres que te diga que desde que te vi el primer día no te he podido sacar de mi puta cabeza? Pues te lo digo-

Se quedó ahí, a centímetros de mi, mirándome mientras todo mi cuerpo temblaba, mi cabeza estaba procesando todo lo que el vasco había soltado por la boca, no sabía que decir. Unai me miro por unos segundos más antes de suspirar frustrado y huir por el pasillo dejándome sola.

(...)

Ya habíamos llegado al hotel y en cuanto dejé las cosas en mi cuarto corrí hacia el de mi amigo

-Maya-Álvaro me sonrió al abrir la puerta pero su cara cambio al darse cuenta de la mía

-Te necesito-


LaSantoyo

I.RAMÉ (Unai Simón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora