✧ Día 5;; shadow and canopy

197 20 3
                                    

Para el último momento de su primera cita bien planeada, ambos habían ido a pasar el rato a la sombra de un pabellón en el jardín de un inmenso hotel. Siendo su aniversario de cuatro años de relación, era obvio que necesitaban algo especial, por ello habían ahorrado lo suficiente para salir de viaje alrededor del último año.

Comenzaron recorriendo la ciudad destinada, comprando algunas cosas y demás. Luego, hicieron un par de paradas por lugares de interés, hasta que finalmente, un poco más tarde y después de regresar a su sitio de hospedaje para prepararse, se detuvieron debajo de un restaurante, teniendo una maravillosa cena juntos.

Ahora ya habían regresado de ahí, y por último, decidieron quedarse un momento en el dichoso pabellón.

Había una pequeño lago vecino a este donde los peces dorados andaban con libertad bajo la luz de la luna. El sitio pese a todo tenía buena iluminación, y constaba de un gran salón abierto que les daba una preciosa vista al jardín con varios arbustos de flores y un inmenso pastizal natural bien cuidado.

En algún punto mientras hablaban del pasado y demás, Shu propuso hacer algo más. Se colocó de pie, mirando a su hermoso novio que aún no entendía muy bien sus intenciones y después, le tendió la mano.

-¿Me concedería esta pieza?-inquirió, pese a que no había ninguna música en el ambiente, más que los cánticos propios de la hora nocturna, los animales bajo un manto de oscuridad.

Valt rió alegremente antes de asentir y acercarse a él. Sus manos se entrelazaron en ese momento, el brazo libre de Shu fue a parar a la cintura del más bajo, mientras que el de Valt, terminaba sobre los hombros del albino para guiarlo a mucha más corta distancia de él. Casi que sus cuerpos se fundieran juntos.

Sus pies empezaron a moverse por el salón. Una danza lenta, silenciosa, sin perder ritmo o cariño al fijarse en los ojos de su contrario. Realmente se amaban, y podían transmitirse estos alocados sentimientos sin necesidad de muchas palabras.

El baile continuó un rato más, para ellos tan ensimismados en su mundo, el tiempo marchó tan rápido, que incluso las luces del lugar se fueron apagando poco a poco dejando a la pareja bailar a su antojo, gozar de ese maravilloso momento sin contratiempo bajo la sombra del inmenso pabellón.

Cuentos De Verano (Shu/Valt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora