Secuela de MOVING ON
Kamille Ali se consideraba afortunada por poder encontrar una segunda familia en un mundo que constantemente le robaba. Encontró una segunda madre, encontró a una chica a la que amaba mucho y finalmente había aprendido la verdad...
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"Lo despejamos esta mañana, pero no tuvimos tiempo de buscar el botín". Decía John por la radio. "¿Parece bien echar un vistazo?".
"Está bien". Confirmó Kamille, antes de guardarse la radio en el bolsillo. Miró entre Alicia, Mía y una de las novatas que habían rescatado no hacía mucho: Jessie. "¿Estamos listas para ir?".
Todas asintieron y Mía le hizo un gesto con el pulgar hacia arriba, haciéndola reprimir una sonrisa.
"Tomen lo que nos sirva". Les recordó Kamille mientras todas entraban en la casa, yendo en distintas direcciones.
Kamille se dirigió a la sala de estar, sabiendo que a las demás se les habían asignado diferentes zonas de la casa. Morgan y algunos de los otros habían ayudado a alguien cerca de allí el día anterior, así que estaban saqueando las casas de los alrededores antes de seguir adelante.
Además de llenar su mochila con cualquier cosa útil, Kamille estuvo atenta a cualquier libro nuevo que encontrara al saquear el salón. A pesar de todos los rescates que habían hecho últimamente, siempre había tiempo libre que ella dedicaba a perderse en un libro cuando podía.
Medio distraída en escoger algunos libros que le interesaban de la estantería, se sobresaltó cuando escuchó un golpe al final del pasillo. Sabiendo que allí estaba Alicia, dejó todo y se dirigió hacia la cocina.
Cuchillo en mano, se detuvo al encontrarse con una mesa caída en medio del pasillo, que bloqueaba el paso a la cocina. Mirando hacia arriba, se dio cuenta de que había una persona infectada cojeando hacia donde estaba Alicia, que venía de la puerta trasera.
"Alicia ¿Puedes encargarte?". Kamille la llamó, relajando los hombros mientras bajaba su cuchillo. El único infectado no era una amenaza: un tajo y ya no existiría.
Pero Alicia estaba actuando de forma extraña, con su mano sosteniendo su propio cuchillo, pero sin hacer ningún movimiento. Se limitó a mirar al infectado con ojos vacíos, permitiendo que se acercara.
"¡Alicia!". Kamille gritó su nombre, con la esperanza de hacerla volver a la realidad, pero ella seguía sin moverse.
"Oye ¿Va todo bien aquí abajo?". Preguntó Jessie, bajando las escaleras con Mía a cuestas, las dos observando la escena que tenían delante.
