secuestro

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Era una mañana normal en la ciudad de la luz, había personas caminando felices de la vida por aquellas románticas calles, personas paseando a sus perros y parejas acarameladas en algún parque o al pie de la torre Eiffel, donde actualmente se encontraba André el heladero, dándo aún más razones para que esa ciudad fuera también conocida como la ciudad del amor.
Eran aproximadamente las 8:50 y en el departamento que se encontraba sobre la panadería más famosa de Paris, cierta pelinegra oji-celeste estaba aún en lo más profundo de sus sueños, a pesar de todos los reclamos que le brindaba una pequeña criatura voladora de color rojo brillante que revoloteaba sobre su cabeza desde hace 1 hora, aquella muchacha iba a llegar tarde a la escuela como solía hacerlo todos los días, a pesar que la escuela a la que asistía se encontraba cruzando la calle.
Pasaron 5 minutos cuando a la pequeña criatura se le ocurrió una maravillosa idea para despertar a la niña, la pequeña cosita roja se dirijo al baño personal de la dueña de aquella habitación y tomo un recipiente que estaba sobre el lavabo, llenándolo de agua y después se dirigió hacia la cama donde se suponía debería estar la chica, la criaturita no pudo evitar sorprenderse al darse cuenta de que al parecer la oji-celeste ya se había levantado de la cama y ahora estaba tratando de mantenerse en pie mientras se tallaba los ojos.

-¿Y ahora porque te despertaste? -pregunto hacia la chica recién levantada dejando el recipiente en el escritorio.

- Me caí de la cama -dijo mientras de sobaba la cara con un poco del agua del recipiente para tratar de quitarse el sueño.

-Ay Dios contigo Marinette, vas a llegar tarde -le aviso con un tono demaciado neutral para su pequeño tamaño.

-No exageres Tikki, falta una hora -menciono la azabache muy tranquila para luego encaminarse hacia el baño con su teléfono en mano.

-Marinette -suspiro frustrada mientras la seguía- son casi las nueve -le dijo Tikki a su portadora mientras la observaba ponerse pálida.

-QUE?! -volteo la mirada a su celular, encendiendolo para verificar la hora y efectivamente, iba a llegar tarde a la escuela otra vez.

Al verificar lo que su pequeña amiga le dijo, Marinette empezó a correr desesperada por toda su habitación buscando su mochila, mientras trataba de arreglar lo mejor que pudiera su cabello, cepillaba sus dientes y se vestía, todo al mismo tiempo, tardó menos de un minuto en estar lista, luego tomo su bolsa y sin esperar a que Tikki se metiera en ella salió corriendo por las escaleras, saludando a su mamá y corriendo fuera de su casa con un pan que había tomado de la panadería en su boca.

La kwami no pudo procesar bien lo que pasó, pero reacciono rápido y siguió por los aires a su compañera, obviamente sin que nadie la logrará ver, sin darse cuenta de que una bruma negra la seguía de muy cerca.

Escuela Françoise Dupont, laboratorio de química, 9:02 am.

Cierto chico rubio oji-verde se encontraba ya en aquel el salón, se había levantado temprano como era usual en el, solo que con el presentimiento de que algo iba a pasar, lo cual le consulto a su kwami antes de salir de su casa, a lo que la pequeña criatura negra en forma de gato solo pudo responder con un eructo bastante pronunciado sin querer contestar la duda de su portador, pues el también tenía ese presentimiento.

Pero bueno, la maestra aún no había llegado por lo que había un alboroto, Alix y Kim jugando luchas de manera discreta en el fondo, Juleka y Rose viendo vídeos, Iván y Mylene muy acaramelados, Alya y Nino jugando Super Pingüino con audífonos pensando que nadie les prestaba atención, Max hablando con Marcov, Nathaniel dormido y Chloe arreglando sus uñas mientras era observada por Sabrina, nada muy nuevo.

Viendo Miraculous Ladybug [Nueva Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora