capítulo 6. "La mejor guerrera de Dios"

42 6 19
                                    

Abrí los ojos y lo primero que pude ver fueron varios ramos de flores y todos venían acompañados de una pequeña nota. No sabía precisamente donde me encontraba, pero por lo último que recordaba, sabía que estaba  postrada en una cama de hospital.

¿Cuantos días llevaría aquí?

Intente levantarme pero la intravenosa que se encontraba en mi mano me mantenía atada a la cama, intenté buscar mi celular y tampoco parecía estar por algún lugar de la diminuta habitación.

A un lado de la cama había un botón rojo, a penas pude alcanzarlo para cuando empezó a sonar una alarma.

*Alerta roja, alerta roja, un paciente se dio a la fuga, alerta roja*

Alrededor de 10 enfermeros se aparecieron en cuestión de segundos, todos venían agitados y con el corazón en la mano.

Cuando mí Doctora Ximena se deslizó por la puerta, lo primero que hice fue preguntarle.

-¿CUÁNTO LLEVÓ AQUÍ DOCTORA?.- Dije un poco exaltada.

A lo que ella me respondió:
-Llevas aquí 10 años, por poco pierdes la vida en ese accidente. Por fin lograste despertar de ese coma.- La doctora respondía muy seriamente.

-¿QUÉ? ¿CÓMO PASÓ ESO?.- Lágrimas corrían rápidamente por mis mejillas, esto realmente me puso mal.

Escuché una carcajada por parte de la Doctora Ximena. Mi rostro expresaba una confusión enorme, ya que no entendía nada de lo que estaba sucediendo.

- Es broma Señora Mari, la verdad que usted estuvo inconsciente casi 5 días. Eso comprueba el que usted es la mejor guerrera de Dios.- Su sonrisa era de oreja a oreja, el alivio que expresaba su cara era evidente.

-¿Y cuando me darán el alta?- No quería estar un segundo más en este lugar.

-En cuanto su contacto de emergencia firme el alta usted podrá retirarse de aquí- ¿Quien era mi contacto de emergencia?

-¿Quien es?-

-La señorita Laura, estuvo aquí por última vez hacer en la noche, no ha dejado de visitarla ningún día- Me ruborice, no esperaba que Laura hubiera sido mi compañía todo este tiempo.

-Bueno, si pudiese llamarle estaría agradecida-

-En un momento vendré a darle noticias sobre ella- Dijo antes de retirarse.

Al cabo de un par de minutos la doctora volvió a entrar a la habitación.

-La señorita Laura vendrá en poco tiempo, si le parece oportuno, puedo decirle a las enfermeras que empaquen sus cosas y que le den una ducha-
Era evidente que parecía que me había atropellado un camión.

-Me parece perfecto-

En cuestión de segundos un par de enfermeras entraron a la habitación y empezaron a recoger todas las cosas, las metieron en una pequeña maleta y me acompañaron en el proceso del baño, me ayudaron a cepillar mi cabello, vestirme con ropa cómoda y a lavar mis dientes.

Cuando estaba terminando de cepillar mis dientes una melena rubia se paró detrás de mi, era Laura y Se le veía muy sonriente, como también cansada y preocupada.

-Por fin, estás viva-

-¿Porque no habría de estarlo?- Cuestioné cuando pude darme la vuelta.

-El golpe fue muy fuerte, no se si seas consiente del alcance que pudo tener tu accidente-

-Bueno, pero ya estoy bien y puedo ir a mi casa-

-Nada de eso-

-¿A que te refieres?-

-Hable con las chicas, con niurka y tu exmarido y todos pactamos que vendrías conmigo-

-¿A donde?-

-A mi casa-

-¿Estas de broma no?-

Todo lo contrario, parecía algo totalmente diferente a estar bromeando, me iría a casa de Laura por un tiempo en lo que terminaba mi recuperación. Sabía que esto no iba a terminar bien, empezando por Violeta Fara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 09, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alma de hierro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora