24/diciembre/2012.
Noche buena, una de las festividades más deseadas por la mayoría de las personas al rededor del mundo.
Algunas familias gozaban del estar juntas, algunas otras de la comida y también están la que adoran embriagarse hasta perder la conciencia. Sin embargo, existía una nueva familia que no tenía ni remota idea de que es lo que querían hacer en esta ocasión.
Harry había perdido a sus padres hace poco, a pesar de descubrir que si padre le era infiel a su madre, jamás deseo que muriera de esa manera. Y ahora no sabía cómo pasaría aquella tan esperada festividad.
Este año no había colocado el árbol de navidad junto a la ventana y tampoco había peleado con su hermana por colocar la estrella en la punta del árbol, el rizado si que extrañaba su segunda vida, lo que hacía cuando no estaba peleando o planeando matar a alguien con su mejor amigo.
Por otro lado se encontraba Zayn, el chico que tuvo que hacerse cargo del tráfico de drogas y algunas otras cosas ilegales a temprana edad, a pesar de que su hermana y su madre se encontraban enroladas en el mismo negocio, solía extrañar a su padre y a sus hermanas. Lastimosamente su padre murió a causa de una riña de bandas al sur de Londres y después de esto sus hermanas decidieron irse lejos de su familia.
Años más tarde se enteraron que alguna de ellas ya era madre, pero no es algo que sepa con exactitud; por esa misma razón agradece que no estén cerca, no le gustaría que los niños tuvieran que vivir la misma mierda que él tanto adoraba, aunque sonaba raro, tenía una relación de amor/odio con sus negocios; sin embargo él no nunca hablaba de ello.
-Hazz, ¿Entonces si vendrás?.- la voz del ojiazul resultaba realmente maravillosa para el rizado.
-No lo sé, es un momento para la familia y, bueno, no quiero que cambies tus planes.- Harry respondió con sus ojos cerrados imaginando los ademanes y gestos que estaba haciendo el ojiazul.
-Mira, no cambian mis planes, pero si gustas puedes venir después de cenar, mi familia normalmente se va a festejar con algún socio de mi padre.- Ante el silencio de Harry, Louis comenzaba a sentirse realmente nervioso, a pesar de que tan solo habían pasado unos segundos el lo había sentido como una eternidad.
-Mmm, de acuerdo, ahí nos vemos Lou.- una sonrisa se dibujo en el rostro de ambos, y aunque no se podían ver, ellos sabían de la existencia de esa sonrisa.
-Recuerda traer a Zayn y Zaira, y también a tu hermana y a su novio.-
-Lo hare.- dijo finalmente para proceder a terminar la llamada.
La sonrisa de ambos chicos era producto de lo que Vivian día a día, y aunque aun no era nada oficial, pero quien fuera que los viera, sabia que estaban hechos el uno para el otro.
-Con quien hablas tan sonriente.-
dijo Zaira mientras observaba a Harry desde el marco de la puerta de la habitación, la cual se encontraba realmente desordenada.
-No te interesa. Lo que si te interesa es que iremos a casa de Louis después de cenar.- dijo el rizado haciendo una seña para que Zaira entrara a la habitación.
-¿Con Louis?.-
-Con Louis, me pidió que fuéramos, es su cumpleaños y Liam necesita distraerse.-
-¿Y como mierda tiene tu numero?.-
Los nervios comenzaban a apoderarse del rizado y eso le causaba gracia a la morena.
-Eres una chismosa, ¿Qué quieres? a parte de chingar todo el santo día. Lou es el único que puede hacerlo aclaro.-
Las palabras del rizado hicieron que una carcajada saliera de los labios de la chica, y en cuanto la risa salió, Harry noto que se había delatado.
