➥ Me salvaron de ese psicópata, pero también ustedes no se salvan de serlos.
Luan una chica llena de secretos se junta con unos apasionados y locos chicos, los cuales ellos hacen que ella pierda su cordura de un momento a otro.
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•.¸♡ Luan Josephine. ♡¸.•
Era domingo por la tarde y yo me encontraba en el bosque: específicamente en el río de este.
Estaba disfrutando el agua helada de este.
─ Ya tenemos que irnos de este pueblo ─ escucho voces acercarse y por instinto bajo todo mi cuerpo hacia las profundidades.
─ Si ya es hora de irnos, Frey está empeorando ─ Frey, uhh suena sexy el nombre.
─ Niña sal de ahí ─ escuchó una voz gruesa.
No me muevo ni nada.
─ Niña te vuelvo a repetir, sal del agua ─ y por fin salgo del agua, ellos se me quedan mirando.
─ ¿Como rayos me descubrieron? ─ hago un puchero.
─ Tu ropa bonita te delato ─ el de ojos de colores me habla mientras me mira de arriba y abajo.
─ Ah sí ─, me trato de acercar a él, pero la mano de él de ojos marrones me pega un manotazo.
─ No, y colocate tu ropa.
─ Ay pareces mi papá ─ tomó mi vestido y me lo coloco aun mojada.
─ Pero no lo soy ─ le saco la lengua como niña pequeña.
─ ¿Que tu madre no te enseña modales mocosa? ─ el de ojos grises me pregunta mientras me toma del mentón.
─ Ella está muerta ─ le susurro cerca sus labios, intentó besarlo pero.
─ Mocosa, estoy casado ─ . Me sonríe con arrogancia.
─ Ya nos tenemos que ir ─ habla el de ojos de colores.
─ Si, no perderé mi tiempo en ella. ─ y sin mas me da un pequeño beso cerca de mis labios y se van.
─ ¡ME PRESENTAN A FREY, SU NOMBRE ES GEMIBLE! ─ los provocó, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en el piso con el de ojos grises encima mio ahorcándome.
─ Maldita perra, ¿que tanto escuchaste? ─ aprieta más mi cuello, llevo mis manos a las suyas.
─ D..ejame ─ tartamudeo.
─ NO, dilo, dime que sabes ─ aprieta más su agarre y veo todo borroso.
─ Ma..ldito sociópata. Suel...tame ─ , con todas mis fuerzas le pego en sus manos y nada.
─ Pierce, creo que ya es suficiente.
─ No. no el.
─ D..ejame ─ mis ojos se empiezan a cerrar.
─ Dilo ─ escucho su voz, la de mi madre.
─ Suel...tame y te diré ─ y sin más me suelta, tomó todo el aire que pueda.
─ Escuche su conversación y ya ─ me abalanzo al de ojos de colores.
─ Protégeme de esa cosa ─ escondo mi cabeza en su cuello.
Siento unas manos en mi cintura las cuales me bajan de ese bombón viviente.
─ Ya es hora de que vayas a casa, tu padre seguro está preocupado ─ el de ojos cafés me habla amablemente.
─ De acuerdo, solo lo hago por ti ─ le guiño el ojos.
─ Adiós mocosa ─ se despiden Adam, Pierce y Mason...
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