10 | LOS GAYS

328 53 45
                                    

Aristóteles

El sonido de la campana del colegio, anuncio la hora de salida. Guarde mi libro de matemáticas III. Me levante de mi silla y camine hasta donde estaba Temo.

––¿Listo para limpiar? ––Temo sonrió, tomo su mochila y se levantó quedando frente mío.

––Si, vamos con la coordinadora–– Ambos caminamos juntos sin decir nada, todos los chicos y chicas salían al mismo tiempo de sus salones para irse a casa. Por lo cual yo iba detrás de Temo para no perderlo de vista.

Comenzamos a bajar por las escaleras, pero antes de llegar a la planta baja, dos chicos se estaban peleando, la gente se estaba comenzando a amontonar empujándose para ver lo que pasaba. Sentia como se empujaban las personas que querían bajar e irse.

Mi cuerpo se estampo contra el de Temo, haciéndolo resbalar hasta el otro escalón. Antes de que cayera encima de alguien más o se golpeara lo tomo de la cintura pegándolo a mi pecho.

––¿Estas bien? ––

––Si, gracias–– Enrollo mis brazos en su cintura para que no le pase otra cosa. ––Ari ya se nos hace tarde, y cada ven nos empujan más––

––Vamos a pasar entre todos, cuidado, no te sueltes de mi––

Comenzamos a caminar entre todas las personas que se empujaban. El cuerpo de Temo iba pegado al mío, su mochila en uno de sus hombros, nuestras manos aferrándose fuerte para no soltarnos.

Entre tantos empujones, logramos salir de ahí. Caminamos a la mitad de la explanada, donde nos topamos con Frida, Julio y Lupita.

––¿Niños están bien?––Pregunta Temo. ––¿No los empujaron? ––

––No, hermano–– Dice Lupita.

––No Temo–– Contesta Frida.

––No carnal, pero mi sándwich si salió bien aplastado–– Dice Julio mostrándonos un sándwich todo apachurrado y a nada de desbaratarse. Intento no reír así que escondo mi rostro en el cuello de Temo, riendo en silencio.

––Ay Julio–– Dice Temo, el cual se escuchaba con voz entre burlona. ––Mañana te hago otro sándwich; ahora vayan a fuera, papachó los está esperando, al rato llego a la casa––

––Si hermanito–– Dice Lupita. –– ¿Frida vienes con nosotros? ––

––Me encantaría Lupita, pero hoy mi tío Gabriel viene por mi–– Sonríe.

Alzo mi rostro para ver a los niños, pero antes de llevar mi mirada a ellos, se toma con la de Temo mirándome y sonriendo.

––¿Qué? ––Susurro.

––Nada–– Susurra. ––Solo que me gusta que me abraces así–– Ambos sonreímos. Acerco mi rostro al suyo y dejo un beso en su mejilla.

––¡CHIFLANDO Y APLAUDIENDO! ––Grita Julio, el cual está comiendo su sándwich todo desmoronado. ––¿Por qué tan abrazados? ––Temo ríe.

––Porque los amigos se abrazan, Julio–– Tanto Julio como yo hacemos una expresión de confundidos a la palabra "Amigos".

––Aristóteles, Cuauhtémoc–– La voz de la coordinadora me hace rodar los ojos, me separo de Temo, ambos volteamos hasta la dirección donde nos habla. ––¿Listo? Hoy limpiaran el auditorio, pero no lo harán solos, Zac y Ben les van a ayudar––

––¿Qué? ––Pregunto.

Ambos volteamos a ver detrás de la coordinadora y ahí están los idiotas de Zac y Ben.

––Y por favor sin peleas–– Nos amenaza a los cuatro. ––Iré en una hora a checar como van–– La coordinadora se da la media vuelta y se va.

––Lo que me faltaba–– Digo viéndolos.

––Calcomanías, Frida, ya vayan a fuera, al rato llegamos al edificio–– Dice Temo, los niños se despiden con una sonrisa en el rostro y se van.

Los cuatro nos miramos de arriba abajo con una mirada de desagrado. El primero que comienza a caminar hasta el auditorio es Temo, seguido de mí y después Zac y Ben. Al llegar Temo y yo dejamos las mochilas en una silla.

El auditorio era un completo desastre, hace meses que no lo usábamos, ¿Por qué ahora si lo quieren limpio? Los cuatros nos quedamos observando todo como si con la mirada todo se limpiara.

––Bien–– Dice Temo. –– Ari limpia el pizarrón, y el escenario; Zac barre, Ben limpia las sillas y yo las mesas––

––A ver, a ver; ¿Quién dijo que tú eres el que manda aquí? ––Dice Zac acercándose a Temo para intimidarlo.

––Yo mismo, y si no te gusto ve a dirección a quejarte como siempre; ahí estará tu escoba cuando vuelvas con tu cara de pendejo porque te mandaron a la chingada–– Zac se le queda viendo a Temo enojado. ––¿Me vas seguir intentando intimidar o vamos a limpiar porque ya me quiero ir a mi casa? ––

Zac rueda los ojos, toma una escoba y se larga a una esquina a barrer. Ben toma un trapo, le es pacer jabón y comienza a limpiar las sillas. Temo hace exactamente lo mismo solo que con las mesas. Me dirijo a la pequeña tarima para comenzar a limpiar.

El silencio que se habia creado nadie podía romperlo, era algo incómodo y molesto estar así. Comencé a tararear una de mis canciones. A pesar de aun no estar lista, la mayor parte de ella es hermosa y al cantarla solo recuerdo a mi Temo.

––¡Ay! ¡CALLATE ARISTOTELES!–– Grita Zac.

––¡No le grites a Ari!–– Grita Temo.

––Es que ya me tiene hasta la madre con sus canciones, parece más joto de lo que es–– Apenas iba a contestar cuando vi como Temo le lanzaba un trapo mojado a la cara. ––¡NO MAMES CUAUTEMOC! ––

––¡Ya estamos cansados de que nos traten así! ¡Somos gays! ¿Y qué? Somos los dos mismos chicos a los cuales le celebraban los pases en los juegos de basquetbol, ¿Qué cambio? ¡Nada!, Somos los mismos––

––Les gustan ahora los chicos–– Dice Ben.

––A Temo siempre le gustaron–– Defendí. ––Sé que a mi tambien, es otra cualidad nuestra, ay cosas más importantes que una orientación sexual––

––¡Es que da asco!–– Dice Zac.

––¿Qué da asco? ––Pregunto. ––¿Qué me guste el pene y no la vagina? ––

––¡No wey! ¡Da asco el pensar qué se vayan a enamorar de nosotros! ––Tanto temo como yo soltamos una carcajada.

––¿Eso les da asco? ––Pregunta Temo entre risas. ––Créanme, Ari y yo no nos vamos a fijar en personas mal educadas, para nosotros ustedes nos dan asco; hay mejores hombres heteros a los cuales coquetearles, ¿Verdad, Ari? ––

––Exacto, ¿Oh qué? ¿Tienen miedo a que los volvamos gays? ––Rio. ––Tranquilos hombres irresistibles–– Temo ríe. ––No los volveremos gays, nosotros ya tenemos a quien meterle el pene o a quien nos lo meta–– Temo ríe mas.

––Que idiotas–– Dice Temo entre risa.

Los cuatro volvimos a un silencio, pero ahora en ese silencio Temo y yo lo disfrutábamos entre miradas y risas que solo nosotros entenderíamos.

•Fall In Love, Temo•

Fall In Love, TemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora