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ABRIL

Miércoles, 06 de abril 2022

Era tarde, las luces se apagaron, Kara y Lena estaban sentadas cómodamente en la cama de Kara. Una lluvia de primavera cubría a la Casa Blanca, el desigual golpeteo de la lluvia se unía al sordo teclear de Lena. La escritora trabajaba diligentemente en su Laptop, la luz de la pantalla se reflejaba sobre los cristales y la plateada montura de sus gafas, mientras Kara releía uno de los ejemplares de Adrian Nash, escrito por Lena, tratando de descansar de un día increíblemente largo de reuniones.

"Sabes?", dijo Kara, cerrando el libro con un suspiro de satisfacción, "este es mi favorito de los tuyos.

Lena sonrió, pero se mantuvo a escribiendo. Estaba vestida con un pijama de seda ligera y zapatillas, era muy cómodo. El fuego en la chimenea no era más que un montón de brasas irregulares de color naranja brillante, pero la habitación seguía manteniendo el tenue aroma de nogal americano, que Lena encontró extrañamente relajado. "Tú dices eso de cualquier libro que estés leyendo.

La frente de Kara se arrugó, y miró el libro como si lo viera por primera vez. "Lo hago?" "Uh, huh.

"Oh. Kara colocó el libro en la mesita de noche, ahuecó la almohada y empezó a juguetear con la colcha.

Lena levantó la vista de la pantalla, con los dedos sobre el teclado haciendo una pausa. Ella trató de no sonar exasperada. "¿Por qué no intentas un poco de televisión?"

"¿Tengo un televisor aquí?" Curiosa, Kara miró a su alrededor en la habitación.

"Uno pensaría que no supieras lo que hay en tu propio dormitorio, eres adicta al trabajo. La luz de la computadora se reflejó en sus dientes blancos cuando ella sonrió.

"Estás en mi dormitorio. Kara pellizcó, lo que la hizo reír y retorcerse. "Y tienes que decirme".

Su risa se hizo más fuerte que la de Lena, cuando la mujer más joven se movió para acercarse a la cama.

"¿Quién está trabajando cerca de medianoche?"

Lena no se molestó en responder a la pregunta retórica. Ella sonrió con cariño a Kara y le acarició el largo pelo, antes de extender el brazo y señalar. "La televisión está en ese mueble, cariño.

Dame unos minutos y termino. Una lenta y sensual sonrisa se deslizó en su cara y su voz se volvió una octava más baja. "Y entonces podemos hacer otra cosa en que ocuparte hasta que estés lista para dormir.

Kara sintió que las palabras le recorrieron todo el cuerpo hasta los pies. Ella sonrió salvajemente, sin advertir que Lena había empezado a escribir de nuevo. "Ahora que estás hablando. Con impaciencia, Kara comenzó a trabajar de prisa con los botones de su pijama, casi lagrimeó con uno de los más rebeldes. "Estúpido, dolor en las..."

Lena miró hacia un lado y los dedos se congelaron en el teclado, de repente con la boca seca.

Sus ojos trazaron el suave oleaje del pecho desnudo de Kara. ―Dulce Jesús. Ella tragó saliva, muy consciente de la instantánea pulsante respuesta de su cuerpo. Ella gimió, pero de mala gana, extendió la mano y calmó las manos Kara.

Kara la miró con una expresión inocente, un poco agobiada, causando que Lena casi se echara a reír.

―Qué? Voy lo más rápido que puedo. Inesperadamente, Lena se inclinó y besó a Kara en la boca con pasión breve pero sincera.

Kara gimió ante la sensación de los cálidos labios de seda, contra los de ella. "Mmm... Oye, ¿por qué te detienes?"

Lena miró a Kara soñadoramente. Buena pregunta. Apenas podía resistir a la urgencia de lanzar al piso su Laptop y atacar la parte superior del pijama de Kara, ella misma. Con sus dientes.

PRIMERA DAMA - SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora