PRIMERA DAMA - SUPERCORP

18

OCTUBRE

Lunes, 03 de octubre de 2022

Lena se despertó lentamente, los ojos claros revolotearon contra la franja de sol de la mañana que lograba colarse por entre las cortinas, mientras que el resto de la habitación estaba bañada aún bajo la etérea luz azul, de antes del amanecer. Si el sol había salido completamente, era lo más tarde que Lena, por lo general, se despertaba.

Esta mañana, algo era diferente. Y esto tomó a su cerebro, aún nebuloso, un largo momento para registrar firmemente que era. Ningún dolor de cabeza, por primera vez en cuatro días. Gracias, Dios.

En soñolienta satisfacción, ella gruñó y se hundió más en la almohada de suave pluma, permitiendo a sus ojos cerrarse.

"No me puedes engañar." Kara se arrimó a la espalda de Lena y le pasó un brazo con fuerza alrededor de su pareja, necesitando sentir la presencia sólida del cuerpo de su amante para tranquilizarse que ella estaba a salvo, aquí. "Sé que estás despierta."

Lena se alejó del cálido aliento que le producía cosquillas en la nuca y se quejó sobre su almohada.

"Shh", murmuró en voz baja. "Lena sigue durmiendo y no es de mañana todavía. No importa lo que diga el sol. Vuelve a dormir. "Espera un minuto. Kara? Lena volvió la cabeza un poco para poder tomar una bocanada de aire fresco. "No se supone que estarías dando vueltas con tus agentes, en la pista de la Casa Blanca esta mañana? No me digas que te estás perdiendo ese tiempo de tortura". La calidad de la ronca voz matinal de Lena hizo sonreír a Kara. "No es tortura. Y ya han terminado de correr por ahora, de todos modos. No tenía ganas de correr esta mañana. Ya le dije a Jack que se fuera a correr con los agentes, sin mi". Kara apartó un mechón de pelo de Lena y le rozó los labios sobre la tibia piel que encontró allí. "No tienes que levantarte. Tienes la oportunidad descansar en la cama todo lo que quieras. Órdenes presidenciales ", dijo con voz sensata.

Cuidando de mantenerse dentro del abrazo de Karaa, Lena se dio la vuelta y besó suavemente un par de labios, esperando que su mente, poco a poco, procesara lo que Kara estaba diciendo. "Buenos días", susurró.

Cuando se separaron, Lena dio a Kara una mirada curiosa. "¿Cuándo llamaste a Jack?" No he oído algo así.

Una expresión de culpabilidad se extendió por toda la cara de Kara. "Umm... lo he estado haciendo sola por un tiempo", admitió de mala gana.

"¿Cuánto tiempo?"

Kara miró hacia otro lado. "No sé. No podía dormir. No es gran cosa".

Ella no había descansado una sola noche, con esas malditas pesadillas. Los relajantes musculares me noquearon anoche. No oí nada. ―Una noche ruda, cielo?

Kara se estremeció visiblemente. "Estoy bien. Puedes volver a dormir". Lena suavizó la mirada se al ver el pánico que acechaba detrás de los ojos de Kara . Ella le dio al cuerpo cálido junto a ella un empuje suave. "Por mucho que me encantaría estar en la cama todo el día, el doctor dijo que después de un par de días de descanso, podía volver a trabajar, siempre y cuando me lo tome con calma, ¿recuerdas?"

"Oh." Kara parecía un poco decepcionada cuando le alisó un mechón de pelo negro. Ella trató de parecer indiferente, pero las palabras sonaron afectadas, incluso a sus propios oídos. "Yo estaba pensando en pasar el día aquí, en casa contigo. Yo... eh... llamé a Jane y le dije que había que limpiar mi agenda". La palabra "otra vez" quedó tácita, pero colgaba entre ellas como vibrante luz del sol salpicando ahora sobre la cama.

Lena hizo todo lo posible para no fruncir el ceño. Kara no se había alejado de su lado por más de dos minutos por vez desde el accidente. Al principio se mostró más que feliz de tener cualquier excusa para que Kara tuviera un poco de tiempo de inactividad. Ahora, sin embargo, estaba empezando a creer que Kara cuidándola como un halcón, había hecho nada más que cambiar un estrés por otro. "Está bien", dijo lentamente, porque no quería herir los sentimientos de Kara, pero con la resolución de no dejar que este problema pasara otro día sin discutirlo.