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Jueves, 29 de septiembre 2022

Lena se recostó en el asiento y apretó el puente de la nariz, frotándose en los lugares que se puso un poco irritado por llevar los anteojos demasiado tiempo. Consideró lo que Kara había estado diciendo durante meses, que la cirugía menor que corregiría su visión, valdría la pena a largo plazo.

Pero como siempre, Lena no podía soportar la idea. Los anteojos estaban bien. El problema era, que los había estado usando parar desde el 6 de la mañana, cuando generalmente los usaba sólo para leer o escribir.

Acababa de finalizar una excelente reunión con viejo socio de Kara. El hombre solía ser el encargado del Departamento de Agricultura de Ohio. Sin embargo, ahora estaba felizmente empleado como ejecutivo de negocios para la producción de maíz y el maíz. Ese hombre de buen carácter, compartió historia tras historia acerca de una ex gobernadora muy joven y seria de Ohio, y a la que Lena pasó a amar mucho. El material sería maravilloso para la biografía de Kara, y hasta el momento, Lena contaba con ese día como todo un éxito.

Desde el asiento trasero de un sedán color plateado, Lena observó pasar el paisaje poco a poco. El conductor y el pasajero delantero eran dos agentes del Servicio Secreto. Sentada junto a Lena estaba su nueva asistente administrativa, Carol Becker, una recién graduada y rostro fresco de Stanford cuyo salario lo pagaba un 50 por ciento la Casa Blanca y el otro 50 por ciento Ediciones Starlight.

―Lena?

Lena se volvió y sonrió a Carol. Le había costado casi dos semanas para que la mujer comenzara a llamarla por su primer nombre, aunque Lena se lo pidió muchas, muchas veces. "¿Podemos cambiar a algunos negocios de la Casa Blanca, señora."

Lena giró sus ojos al escuchar la palabra ―Señora, la cual trabajaría más tarde. ―Seguro, Srta. Becker dijo, en forma dramática, riendo un poco cuando las cejas de Carol saltaron perceptiblemente. Heh. ―Pero solamente, si es necesario.

Carol la miró, asintiendo y observándola. ―Debemos. Ella le indicó la enorme pila de carpetas sobre el piso. ―La señora McMillian indicó que a usted estaría impartiendo sus lineamientos en el logro académico la próxima semana. Pero ella quería asegurarse de que usted viera estos papeles en primer lugar".

Lena fijó la vista en la pila de carpetas. ―Ella lo dijo, eh? Maldición, Beth, Tú sabes muy bien como siento con respecto a esto.

Carol se veía un poco insegura de sí misma. "Ummm... sí".

"Ya veo." Lena se quitó los anteojos y los arrojó sobre el asiento de suave cuero al lado de ella.

―Puedes decirle a Beth, que yo no necesito ver esos papeles, porque, como le he indicado antes, no daré ninguna exposición pública. Especialmente, cuando no conozco nada del tema al respecto.

"Si usted lee lo que hay en las carpetas, usted sabrá algo al respecto", ofreció Carol razonablemente, mordiéndose el labio en castigo a su impertinencia.

Lena soltó un bufido. "No me extraña que a Beth le guste tanto". Dejó escapar un suave suspiro, y luego Carol vio con sorpresa como la expresión de la rubia se puso seria en un destello de un ojo. "Ten la seguridad, Carol, no daré ningunas recomendaciones. Hablo sólo para mí misma, o para...", se autocorrigió, ―ocasionalmente para Kara, pero no para el Partido de la Emancipación. Unos pocos minutos de lectura y compartir la cama con la Presidente no me dan la clase de antecedentes necesarios para formular recomendaciones serias a extraños. No me importa lo que han hecho antes las Primeras Damas". Lena señaló las carpetas de cerca de los pies de Carol con un dedo irritado.

"Esas contienen las recomendaciones del Grupo de Emancipación. No las mías." Ella ladeó la cabeza hacia un lado, con los ojos chispeando sólo un poco. "Está claro?"

PRIMERA DAMA - SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora