Pongan la canción.
Hoy en día estamos envueltos en un mundo lleno de dolor y sufrimiento.
Las muertes se hacen más evidentes cada día, el dolor de aquellos que se quedan atrás es tan fuerte como el deseo de vivir o morir.
Muchas causas de muertes son naturales, pero otras son accidentes por la imprudencia del ser humano, y otras debido a asesinatos por personas que juegan a ser Dios.
¿Desde cuando las personas son Dios? ¿Quién eres tú para escoger cuando va a morir una persona? ¿Quién eres tú para hacerte llamar Dios?
Estamos cada día más indefensos al cruel mundo que humanos despreciables han creado.
Donde los niños se convierten en ladrones y asesinos para satisfacer la avaricia de sus mayores, en donde a un asesino no le importa matar a plena luz del día, en donde la muerte de una persona ya no es la gran cosa, en donde el infierno está en la Tierra y la única escapatoria es morir.[...]
Se sentía tan bien que alguien estuviera refugiándose en mí, se sentía genial ver el dolor de aquel tipo que me tenía prácticamente a su merced, podría considerarse una locura sentirme satisfecha al verlo llorar, pero hasta cierto punto estoy en mi derecho.
Su cuerpo estaba temblando mientras que sus brazos aún me envolvían, parecía que nunca terminaría de llorar, pero de un momento a otro su llanto se calmó, me alejó de él sin levantar su rostro para luego mirarme con sus ojos rojos e hinchados.
-¿Ves? No puedo controlar mis personalidades, por eso necesito su ayuda querida psicóloga.- y de nuevo su sonrisa ciertamente intimidante apareció. Todo rastro de la persona indefensa que hace unos segundos tenía en mis brazos había desaparecido.
-...- guardé silencio, mientras sus ojos que todavía estaban fijos en mí, pensé por un momento en rechazar su propuesta y morir ya sea de la forma más dolorosa o no. Sin embargo, soy una humana y tengo miedo de morir
- Entonces...- se levantó del sofá para luego —dándome la espalda— hacerme la pregunta que tanto quería evitar.- ¿Aceptas o no?.
¡No!
- Sí.- y como esperaba, el miedo me traicionó y mis palabras fueron contrarias.
- ¡Bien! Vamos, es hora de trabajar.- su actitud de nuevo cambió.
¡Hace un momento su aura era tan tenebrosa que sentía mis piernas temblar! Pero ahora... ¡Parece la persona más amable del mundo en donde un 'no' sería muy malvado de mi parte! ¡Ah!
Sin pensarlo tomó mi mano lo cual hizo que me levantara del sofá, prácticamente me arrastró por toda la oficina, parecía un perro que estaba ansioso por ser sacado a pasear por su dueño.
[...]
En su escritorio había un papel, un contrato que decía "En el caso de que el paciente no haya notado ningún cambio con su problema en dos meses, la persona a cargo de su tratamiento será asesinada sin importar qué"
-...- que bello contrato, hará que cada día me esfuerce más por sanar a mi querido paciente.
Lo miré a la cara, ¿Quién en su santo juicio firmaría un contrato como este?, Pero ahora, era morir negandome o morir intentándolo. En este caso, creo que no tengo más opciones, todas apuntan a una muerte segura.
Su cara, en su cara tenía plasmada una maldita sonrisa, que fingía ser amable pero estaba llena de burla e irritación.
- ¿Y bien? ^^...¿Firmarás o no?.- su pie comenzaba a moverse de manera rápida lo cual me ponía aún más nerviosa.
-...- bajé la cabeza y mientras mi mano temblaba, finalmente lo hice, firmé.
Me estoy llevando al suicidio, prácticamente esto es un suicidio para mí vean por donde lo vean.
Tarareo.
Su maldito tarareo me hizo saber que se estaba sintiendo como un maldito ganador. Me molestaba, me toma como una burla, como un juguete al que puedo manipular a su favor.
- Bien, bien, bien, dígame querida psicóloga, ¿Cuándo podríamos empezar?.- me miró y su sonrisa ladina seguía ahí.- El tiempo pasa volando, y sólo tenemos dos meses, no querrá renovar su contrato en la otra vida ¿O si?.
No sé si era un chiste y tampoco sabía si tenía que reírme de el, sin embargo, en sus palabras lo que encontré fue una clara amenaza.
- ¿Que tal si empezamos ahora mismo?, Como usted lo dijo, no tenemos tiempo.- optaré por la opción más segura de sobrevivir por el momento.
- Entonces...- volvió a rodear su escritorio para estar en frente de mí.- ¿Me recuesto en el sillón o prefiere que lo haga en sus brazos?.
Debo decir que en un sentido metafórico y en otra situación eso me hubiera enamorado, pero ahora solo quiero reventarle las pelotas de la impotencia que siento.
- En el sillón, querido paciente.- algo me dice que esto será más cansado de lo que me imagino.
....
- Oye, Gray, ¿Sabes que el jefe te va a dar una paliza por tratar así a esa chica no?
- Nah, veremos quién golpea a quien.
- Tranquila Erza, somos como familia. Golpeará a Gray hasta que le rompa una costilla o dos, pero no lo matará.
- Tal vez hasta le rompa todos los huesos, pero quedará vivo.
- Eso no ayuda...
Debo decir que me he reído mucho escribiendo este capítulo xd
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✯M Y G I R L✯ "la Psicoloca"
AkčníQuisiera entrar al mundo de las drogas de una forma dulce. Quisiera entrar para saber si vale la pena. Quisiera que la vida sea cruel pero a la vez amable... [Las cosas no son cómo piensas, a veces la cabeza y memoria de dan una mala pasada] Actuali...