Día 15

5 1 7
                                    

29 de julio del 2018

Hoy cuando llegue a la escuela la primera imagen frente a mí fue la de Caleb recargado en la pared, mirando su celular, algo dentro de mí se revolvió, sentía que iba a vomitar ahí frente a todos

Sali disparado hacia los baños del colegio, dentro de mí se movía todo, me metí al primer cubículo que vi y saque todo lo que había desayunado esa mañana, incluso podría decir que ahí se quedó la cena de hace tres semanas, después de terminar salí a limpiarme la boca y comprar una menta para no tener que aguantar mi pésimo aliento todo el día

El problema fue que cuando me levanté y detrás de mí se encontraba Caleb, mirándome horrorizado, pero sobre todo preocupado, sentí como los colores se subían a mi rostro, él se acercó dudando si realmente hacerlo, yo no lo detuve

parecía que iba a tocar mi cara, pero sus manos se detuvieron en mis hombros analizando mi rostro, yo solo baje la mirada, me veía terrible aparte de que mi aliento era de lo peor, bajo las manos por mis brazos hasta terminar en mis manos y jalo de ellas acercándome al lavabo

Saco un pañuelo de su bolsillo y lo metió debajo del chorro del agua empapándolo, acto seguido tomo mi barbilla obligándome a verlo a la cara, su expresión se había suavizado

Sus delgadas y pequeñas manos parecían quemar mi rostro, incluso me sentía caliente, limpio mi boca con sumo cuidado, como si fuera de papel, a pesar de todo él no me miraba a los ojos, cuando termino una sonrisa se dibujó en su cara y se apartó de mi más rojo que un tomate, eso me dolió un poco, aunque a decir verdad no entiendo muy bien él porque

Le agradecí y luego, por alguna extraña razón se me ocurrió preguntarle por qué tenía un pañuelo consigo, digo, no parecía ser de aquellos obsesionados con los germenes, pero su respuesta me destrozo por completo

"Digamos que... es necesario limpiar las lágrimas si no quieres que estas dejen huella" fue lo que dijo, mi corazón se agrieto un poco

¿Qué? claro que no, a mí no me importa lo que haga ese niño fastidioso, si llora muy seguido es su problema, ni siquiera sé por qué escribi eso

El punto es que después de eso me fui, no me agrada, de echo aun creo que es muy molesto

Chris.

El diario de ChrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora