23 de julio del 2018
Odio a todos
El mundo me odia
Más bien ambos
Hoy, el estupido de Caleb me volvió a molestar en mi único momento de paz mental, llegué a la biblioteca y todo iba normal hasta que después de veinte minutos entró en toda su gloria, como si estuviera desfilando para una pasarela, en ese momento lo único que pensaba era "Dios, si existes, por favor llevatelo y que me deje en paz" pero no, se sentó justo enfrente de mi como el día anterior y de nuevo no dejo de hablar
Me quería arrancar las orejas, no podía creer que estuviera hablando tanto sin cansarse, y no lo niego, el chico es atractivo, pero que me estuviera molestando tanto se lo quitaba automáticamente
De seguro a alguien que le gusta la compañía y escuchar a las personas lo amaría mucho, PERO YO NO, al igual que ayer después de media hora se fue, esta vez decidí quedarme un rato más, mínimo para tener cinco minutos de tranquilidad, tal vez me regañarian regresando a casa pero ya no importaba
Cuanto termine me fui casi corriendo a mi hogar y como era de esperarse mis papás me estaban esperando únicamente para regañarme y cuestionarme de donde estaba, les dije que había tenido que quedarme a limpiar, una pequeña mentira piadosa
Me creyeron y se fueron como era costumbre, ni siquiera me preguntaron por mi día, aunque eso ya no me importaba mucho, hace un tiempo dejaron de prestarme atención, aunque solo para algunas cosas, en otras me tenían bien cuidado
Para mi sorpresa mi hermana no estaba eso me dejó la casa sola, aunque no es como si la pudiera utilizar para tener relaciones o hacer una fiesta, solo puse música a todo volumen y comencé a bailar sin importarme nada ni nadie
Para mi suerte hoy tuve un gran día, esas últimas horas de soledad transformaron mi día a uno muy bueno, casi nunca tenía estos momentos así que los apreciaba
Chris.
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El diario de Chris
AcakUna entrada a la mente de un chico marginado con una vida común como la tuya y la mía Capítulos cortos Incluye personajes LGBT