El acertijo de Reid [TERMINADA]

Capítulo 42: La Noche De Emily

Cuando Emily llegó al apartamento de Spencer después del trabajo, vio que la puerta estaba abierta. Ella arqueó una ceja, manteniendo una mano en su arma.

"¿Reid?"

Empujó la puerta para abrirla, caminando alrededor del apartamento. Era exactamente lo que esperaba: pequeño y con varias cajas en las esquinas etiquetadas como "libros". Entró a la cocina y vio a Spencer, sentada en el suelo frente a los gabinetes.

"...¿Qué estás haciendo?"

"Organizar".

"¿Llegar de nuevo?"

Sacó todas las cacerolas del gabinete inferior y comenzó a organizarlas por altura y profundidad. "Todo está tan fuera de orden aquí abajo. Me está molestando".

"Estás anidando, ¿no?"

"Un poco", dijo, apilando las cacerolas y volviéndolas a colocar en el armario. "Pedí comida china para la cena, estoy seguro de que no te importa".

Ella sacudió su cabeza. "Para nada. ¿Necesitas ayuda para levantarte?"

Hizo varios intentos de levantarse del piso de la cocina, pero finalmente aceptó la ayuda y extendió la mano. Ella tiró de él.

"¿Limpiaste todo el apartamento hoy?"

"Tanto como pude, de todos modos. No creerías algo del polvo en este lugar."

"No levantar objetos pesados, ¿verdad?"

Sacudió la cabeza. "Estoy completamente convencido de que García de alguna manera metió cámaras ocultas aquí durante su estadía, así que tengo miedo de hacer algo que pueda hacer que me grite".

"Sabia decisión."

Después de la cena, Emily limpió el desorden mientras Spencer se relajaba en el sofá.

"Entonces, ¿a qué hora es tu cita mañana?"

"08 a.m"

"¿Y de qué se trata esta cita, de todos modos?"

El se encogió de hombros. "A las 36 semanas, tienes que empezar a ir semanalmente. Básicamente, esta cita es controlarme, controlar sus movimientos, un examen físico, las señales de advertencia del trabajo de parto y terminar con preguntas sobre el trabajo de parto".

"Suena demasiado divertido tan temprano en la mañana".

"Es lo que tengo que hacer. Estoy un poco acostumbrado".

"¿Necesitas compañía...?" preguntó con cautela. Sabía que la respuesta sería una de dos cosas: que él quisiera que ella se uniera a él, o que se sintiera insultado de que ella siquiera hiciera esa pregunta.

Él la miró. "¿Realmente harías eso?"

"Si quieres que lo haga. ¿Qué más tengo que hacer tan temprano en la mañana? Estoy seguro de que ninguna de las revistas en la sala de espera es lo suficientemente entretenida como para mantenerme despierto".

"Bueno, si quieres entrar y hacerme compañía, supongo que estoy de acuerdo con eso".

"No hay problema. ¿Debería despertarte por la mañana?"