XXXII

1.6K 188 117
                                    

Sentados en la barra, Ochako bebía jugo de piña de manera lenta y nerviosa, Kacchan de repente le pidió, amenazó con explotar la fiesta, al resto si podían darle unos momentos a solas con ella.

Y viendolo de reojo, solo podía preguntarse que problema deberían resolver esta vez.

—Oye, Ochako, ¿Sabías que estuve interesado en ti en la escuela?—Aquella pregunta casual la hizo escupir su jugo estrepitosamente.—La rana confesó, no te hagas la tonta.

—Ah...—Sudando, algo sonrojada, maldijo a Tsuyu y su gran bocota.—Si lo sabía...

—Hm...—Katsuki bebió de su trago, Ochako rasco su mejilla.

—¿Estás enojado por eso...?

—¿Por qué debería estarlo?—El rubio alzo una ceja, algo confundido.—No es como si esperará que me confrontarlas en esos tiempos, tú estabas con Deku.

—Si, pero... Quizá podrías verlo como... "No le gusto realmente, ya que en la escuela supo de mis sentimientos y aún así no me hizo caso, y sólo está conmigo por la niña".—En una muy mala imitación de la voz de Bakugou esté le apretó el cráneo.

—¡Mi voz no suena así...!—Soltandola luego de oírla implorar perdón, suspiro, viendo hacía otro lado.—Ni yo soy tan estúpido, eso paso cuando teníamos 15 años, que yo no te gustará en ese entonces no tiene nada que ver con el ahora.—El suspiro obvio de Kacchan hizo a Ochako asentir reiteradas veces.

—¡El Kacchan de ahora me gusta muchísimo, realmente te amo!—Apretando sus puños con seguridad mostró esos cachetes rosados algo inflados, Bakugou procedió a peliscarla.—¡Ah, duele, duele!

—No puedes... Decir cosas así con una cara tan seria, es molesto.—Su queja venía con las mejillas ligeramente sonrojadas, haciendo enrojecer a Ochako por la vergüenza de él.

En silencio, el par avergonzado sólo siguieron sentados uno junto al otro mientras bebían en un cómodo y romántico ambiente.

—Recuerdo cuando éramos así de lindos y adorables.—Mina abrazo a Eijiro del brazo mientras veía de la distancia a Katsuki junto a Ochako.

—¡Ey, aún somos lindos y adorables, Mina!—El pelirrojo afirmó con confianza.—¡Tu eres extremadamente adorable y preciosa!

—¡Aww, Eijiro!

En un apasionado abrazo lleno de amor y corazones, Aizawa Shota bebió un vaso de agua cerca del par.

—Es repugnante en tantos sentidos, hay niños aquí, mocosos calientes.—Su regaño fue recibido por la vergüenza de ambos quienes se inclinaron en una disculpa por el alboroto.—Por dios...

—¿Podrías no ser un idiota amargado por cinco minutos?, Estabas de muy buen humor hace un rato.—De brazos cruzados, la mujer de verdoso cabello tenía una sonrisa brillante.

—Estaba borracho.—Aseguro, descartando cualquier indicio de buen humor en su persona sin alcohol en su sangre.

—Shota.—De brazos cruzados Emi espero.

—Eijiro, Mina.—En un bufido el par puso atención a su antigüo profesor.—Lo diré con otras palabras...—Aclaro su garganta, aún con la atención total.—Hay muchos niños pequeños aquí, no me parece que sea una buena atmósfera para ponerse cariñosos, además... Hay algunas personas que los ven y no con buenos ojos, ahorren problemas solo divirtiéndose hablando con sus amigos o viendo a su hijo... Supongo...

Emi sonrió con orgullo, el Aizawa estaba irritado de tener que explicarse, creía haber sido claro antes, Eijiro intento no llorar ante palabras amables, su sensei estaba preocupado por su reputación, era tan masculino que le dolía. Mina viendo de reojo sus espaldas confirmo las palabras de su sensei, agradeciendo gentilmente la advertencia y yendo con sus amigos.

Una mala noche | KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora